Producción de leche a bajo costo, alternativa para combatir la desnutrición
Especies nativas de la Península de Yucatán, como el ramón o el waxim, son una alternativa para la alimentación del ganado bovino, que contribuiría a una disminución en la emisión de gases de efecto invernadero y a producir lecha a bajo costo que permitiría combatir la desigualdad y la desnutrición, reveló el especialista en alimentación de rumiantes Juan Carlos Ku Vera.
Explicó que el hato bovino de México consta de unos 35 millones de cabezas de ganado distribuido en todos los estados y el principal productor de ganado es Veracruz y de leche es Jalisco. Sin embargo, dijo que todas estas cabezas de ganado todos los días eructan al ambiente un gas de efecto invernadero, metano, que tiene 28 veces el potencial de calentamiento global con respecto al bióxido de carbono.
También producen otro gas conocido como óxido nitroso que tiene un potencial de calentamiento global de 235 veces con respecto al CO2.
“Entonces, la actividad pecuaria contribuye de manera importante al inventario total de gases de efecto invernadero de México”, dijo.
El especialista expuso que la ganadería yucateca ocupa cerca del lugar número 20 en producción, bovino; el hato suma unas 500 mil cabezas de ganado, aunque la producción de leche es muy baja, pues apenas habrá unas mil vacas lecheras.
“La actividad pecuaria es un contribuyente importante a los gases de efecto invernadero, pero la producción heces y orina en Yucatán son un riesgo para el manto freático”, mencionó.
En este contexto, explicó, es que se hace a nivel país un esfuerzo por incrementar la autosuficiencia alimentaria, tratando de incrementar la producción ganadera y la producción de leche por vacas en el establo. Ante esto, dijo que México debe de estar atento para reducir, mitigar las emisiones de gas de efecto invernadero, pero de una forma más eficiente con los recursos naturales disponibles.
“Se tienen especies como el ramón o el waxim, que tienen metabolitos secundarios, que pueden mitigar las emisiones de esos gases de efecto invernadero en la alimentación”, dijo.
En el caso de la producción de leche, dijo que los insumos para la alimentación del ganado, como el maíz molido, la pasta de soya, la harinolina, han aumentado sus costos de manera exponencial, por lo que muchos productores han abandonado la actividad.
“Yucatán es el estado con menor producción de elche en todo el territorio nacional, pero se puede trabajar en una producción a menor costro para combatir el problema de desnutrición que se refleja en bajo crecimiento de los niños en su etapa de infantes, a partir de la alimentación con las especies mencionadas, por ejemplo”, reiteró.
Dijo que la proteína animal contenida en la leche es vital para el desarrollo de las infancias, porque, como la de la carne y del huevo, es más digestible en los humanos que la proteína vegetal y aporta más aminoácidos.
Con este tipo de producción lechera, dijo, se podría combatir la desnutrición y la desigualdad, pues dijo que en Yucatán el 46 por ciento de la gente está en condición de pobreza y eso genera desigualdad.
“Se trata de dar impulso a la producción ganadera, con conocimiento, que se incorpore el conocimiento del CICY, de la UNAM, del ITA Conkal, entre otros, para revertir este problema que no es nuevo de sub alimentación”, indicó.