Por: Iridiany Martín
Aunque cada vez hay más producción de miel en Yucatán, se estima que por ciudadano sólo se consume 200 gramos de este producto, pese a considerarse con diversas propiedades para la salud y esencial para la conservación del ecosistema.
Diversos defensores ambientales, como los productores de miel, son quienes concientizan sobre el valor de cuidar a las abejas y proteger sus hábitats, ya que se han presentado en riesgo por diversos factores, por lo que enfatizan que “sin abejas no habría humanidad”.
La apicultura es fundamental en la ganadería del país, y en la economía, por la generación de importantes volúmenes de empleo y por ser una de las tres primeras fuentes captadoras de divisas de subsectores.
De tal manera que se debe tener una preponderancia de la abeja como especie por su contribución en la obtención de alimentos y porque incrementa el índice de reproducción de las especies florales, que implica el aumento de la biodiversidad.
México forma parte del “top ten” de países exportadores de miel al ocupar el séptimo u octavo lugar; entre sus principales compradores se encuentra Alemania, donde de cada 10 kilos que se comercializan siete u ocho son de origen mexicano; su consumo per cápita es de dos kilos por año.
Mientras que la entidad se encuentra entre los principales productores de miel en el país, con mayor captación en el interior del estado, donde manejan principalmente las abejas meliponas, aunque existen más de 50 especies en la región.
La meliponicultura en el estado se concentra en 38 municipios y 58 localidades, una buena parte en Mérida y en la frontera de Yucatán con Campeche. La mayoría son proyectos productivos personales, el 33 por ciento, además de planes grupales que suman el 28 por ciento.
Hay proyectos productivos que llevan hasta más de 30 años trabajando con la miel de la abeja melipona, la mayoría por iniciativa familiar o herencia, así como por planes con el Gobierno y otros por interés en la preservación o amor a las abejas y por planes de investigación.
El consumo de miel de abeja otorga beneficios a la salud; además de vitaminas complejo B, C, D y E, o antioxidantes, brinda energía, porque los apicultores usan también propóleo, jalea real y apitoxina.
Ello marca un notorio beneficio para el consumo humano, principalmente en problemas respiratorios o de artritis. En la Península de Yucatán el consumo es bajo por la falta de difusión de sus múltiples ventajas.
Además, uno de los principales desafíos que enfrentan las colmenas son las fumigaciones, que son realizadas para controlar la propagación del mosco en la región, pero que afecta también a otros insectos, entre ellos a las abejas.
Cuando la fumigación se hace en horario nocturno es considerada de “riesgo menor”, pero por la mañana, cuando las abejas salen a buscar polen todo el químico impregnado en las flores lo absorben y mueren.