Surge desafío en Mérida: los asentamientos clandestinos
La migración a Mérida se manifiesta al norte de la ciudad, con el aumento del tráfico vehicular y la construcción de nuevos desarrollos inmobiliarios. Además, crece cada año y plantea problemas sociales serios y de ordenamiento: los asentamientos clandestinos.
Estas colonizaciones carecen de servicios básicos y generan diversas problemáticas, como la gestión inadecuada de residuos y el robo de electricidad y agua. Más del 60 por ciento de los residentes de estos lugares provienen de otros estados como Campeche, Tabasco y Veracruz, con menor incidencia de Chiapas, Michoacán, Puebla y Oaxaca.
Estos migrantes llegan a Mérida en busca de mejores oportunidades, pero se enfrentan a una vida en condiciones precarias; por ello, la situación de marginación en estos asentamientos del sur de la ciudad ha ido en aumento.
El Momento Yucatán realizó un recorrido por siete de estos lugares, encontrando que los problemas más graves son la marginación y la salubridad. Los residentes enfrentan montones de basura acumulada, falta de fumigación para controlar mosquitos, carencia de agua potable y robo de electricidad. Además, la ausencia de domicilios certificados agrava la situación.
Más de cien familias viven en condiciones irregulares y precarias en asentamientos cercanos a colonias como Guadalupana, San Luis Sur, el fraccionamiento Dzununcán, Emiliano Zapata Sur III, Nueva San José Tecoh y El Roble. Estos espacios habitacionales, construidos por los propios invasores, se están convirtiendo en un problema de ordenamiento.