Por: Iridiany Martín
Aunque la gastronomía yucateca se basa en gran medida en carnes y productos de origen animal, cada vez más personas optan por cambiar su alimentación hacia una dieta vegana o vegetariana.
Se estima que en Yucatán hay al menos dos mil personas que han adoptado este estilo de vida, lo que ha llevado a la adaptación de algunos platillos típicos a estas preferencias.
A nivel nacional, México ocupa el primer lugar en América Latina en cuanto a la preferencia por el veganismo y vegetarianismo, lo que ha impulsado el crecimiento de la oferta de productos veganos y el número de personas que adoptan una alimentación basada en plantas. Aunque no existen cifras exactas para Yucatán, diversos grupos en redes sociales sugieren que más de dos mil personas han adoptado esta tendencia, lo que resulta significativo, especialmente en un estado con altos índices de obesidad.
ALIMENTOS SIN CARNE
El veganismo y el vegetarianismo consisten en reducir o eliminar por completo el consumo de carne y productos de origen animal, favoreciendo una dieta centrada en alimentos más naturales. Esto ha generado un aumento en la oferta de productos y adaptaciones de la gastronomía tradicional para este sector.
Un ejemplo notable en Yucatán es el pib, un platillo tradicional que se consume principalmente entre octubre y noviembre durante el Hanal Pixán. Debido a su popularidad y demanda, se ha creado una versión vegana del pib, reflejando la adaptación de la cocina local a las nuevas tendencias alimenticias.
Con la creación del pib vegano, los restaurantes han buscado mantener viva la tradición culinaria, pero ahora bajo un enfoque de “sin crueldad animal”. Este platillo no contiene carne y está condimentado con ingredientes alternativos.
El pib vegano conserva el uso del recado rojo, un elemento clave tanto en la versión tradicional como en la cocina yucateca en general. Este recado se prepara con semillas de axiote, pimienta, orégano, ajo, cebolla, comino y sal. La manteca se reemplaza por aceite de aguacate, y la masa de maíz se rellena con vegetales como papa, calabaza, chayote y champiñones. Finalmente, se envuelve en hojas de plátano y se hornea, siguiendo el proceso tradicional.
Tal situación también se puede observar en otros platillos como relleno negro, cochinita pibil, escabeche, papadzules, con los cuales da muestra de que “cualquier platillo puede ser sustituido” en su receta vegana, respetando a la vez, la vida animal.
En ese sentido, las tendencias que van tomando fuerza como el caso de este tipo de dieta van cambiando el estilo también de ver la gastronomía, siempre y cuando se mantenga en lo tradicional sin perder la esencia.
Asimismo, en los grupos de redes sociales comparten recetas, productos, tiendas, restaurantes y demás donde se pueden consumir este tipo de alimentos, que, sin duda, por si tipo de elaboración forman parte de los platillos con costos más elevados que un platillo normal.
