Por: Iridiany Martín
Uno de los desafíos más grandes del emprendimiento en las mujeres es el acompañamiento, afirmó Sugely Martínez, líder de proyecto de la Asociación Civil Convivencia Mérida. Agregó que no sólo se trata de brindar capacitación en producto, sino también en temas de género y sobre todo impulsarlo desde grupos para que exista una red de apoyo y administración de trabajo.
Compartió que la convivencia entre las mujeres y compañeras emprendedoras fortalece al negocio, es decir, que les ayuda a mantenerse de pie y que las impulsa a generar más productos, más inversiones y mejores ventas, además de ser terapéutico para ellas.
“La idea es que las capacitemos no sólo en la elaboración del producto, sino que es integral que va con temas de emprendimiento y temas de género para que tengan todas las armas posibles para que tengan en un futuro un colectivo o cooperativa y puedan ser independientes y obtener ingresos”, indicó la líder.
Para las mujeres emprendedoras, adoptar un liderazgo preparado para el futuro no es simplemente una herramienta de navegación; es una brújula para redefinir el terreno empresarial y enfatizó que defiende la innovación, establece nuevos puntos de referencia y subraya un espíritu resiliente que tiene el poder de remodelar los sectores.
Sugely Martínez agregó que hasta los demás integrantes de las familias se van involucrando en estas actividades que desarrolla la mamá, esposa etc. y que de cierta manera les ayuda a que también estén al tanto y ayudar para que el negocio no decaiga y se fortalezca en un ambiente sano.
“Mediante la impartición de cursos para mujeres como en repostería, macramé, maquillaje y peinado, aplicación de uñas, jabones y velas, ellas escogen y nosotros las impulsamos, pero siempre buscamos que sean grupos para que esto tenga mayor peso”, compartió.
Las mujeres emprendedoras, a menudo, necesitan estar más representadas en roles de liderazgo a pesar de sus capacidades. Señaló que esta escasa representación no es un reflejo de sus habilidades, sino más bien el resultado de las disparidades sistémicas de género que han existido durante mucho tiempo en el mundo empresarial.
Estas disparidades a menudo se manifiestan en forma de salarios desiguales, menos oportunidades de ascenso y acceso limitado al capital, por lo que se busca fortalecer, capacitar y preparar en esos rubros.
Grupo Ketzaly, que se encarga de elaborar y vender productos de jabones a base de productos naturales como miel, arroz, café entre otros, fue el primer grupo que se impulsó en Yucatán, pues esta asociación tiene presencia en Tabasco y Quintana Roo y mediante diversas propuestas es que apoyan el impedimento de las mujeres.
Puntualizó que durante todo el año se está trabajando y promocionando los cursos que están abiertos para todo el público en su Centro Comunitario, que está en San Marcos de Ciudad Sustentable, donde están abiertas las puertas a mujeres dispuestas a aprender y capacitarse para emprender.