Durante el embarazo y el primer año posparto, muchas madres enfrentan trastornos de salud mental que afectan su bienestar y la del bebé. La depresión, ansiedad, y otros problemas perinatales impactan en la vida de uno de cada cinco madres yucatecas, quienes pueden experimentar síntomas como tristeza profunda, irritabilidad y pensamientos intrusivos.
Daniela Piñate, representante de la ONG, Postpartum Support Internacional (PSI), señaló que si las madres no son atendidas a tiempo pueden crear una psicosis que pondría en riesgo al neonato y la vida de ellas mismas.
Señaló que, en los primeros meses después del parto, muchas madres experimentan lo que se conoce como “baby blues” o puerperio inmediato, una etapa normal en la que se pueden sentir tristeza, irritabilidad o decaimiento, debido a los cambios hormonales y la adaptación a la nueva rutina. Este trastorno afecta aproximadamente al 80% de las madres en el posparto, pero por lo general, los síntomas desaparecen en unas dos semanas.
Sin embargo, recalcó que, si estos síntomas persisten por más de 15 días, podría tratarse de una depresión posparto, que es uno de los trastornos más comunes en este período. Otros síntomas incluyen la pérdida de interés en las actividades diarias, fatiga extrema, dificultades para concentrarse, y pensamientos intrusivos, que en algunos casos pueden desencadenar un trastorno de estrés postraumático.