Las Coloradas: ¿por qué el color de la laguna es rosa?

En el corazón de la Península de Yucatán, en la costa norte del estado, se encuentra un lugar que parece sacado de un sueño: Las Coloradas. Este pequeño puerto pesquero, conocido por sus impactantes paisajes, alberga una de las maravillas naturales más impresionantes de México: lagunas cuyas aguas se tiñen de un vibrante color rosa.

Este fenómeno, que atrae a miles de turistas y fotógrafos cada año, ha generado curiosidad y asombro en todo el mundo. Pero, ¿qué es lo que realmente causa este singular color en las aguas de Las Coloradas?

El impresionante color rosa de las aguas de Las Coloradas no es obra de la magia ni de la casualidad. Este fenómeno se debe a un conjunto de factores biológicos y químicos que interactúan en las condiciones particulares de las lagunas. En primer lugar, es importante entender que Las Coloradas es una zona de producción salinera. Las lagunas aquí forman parte de un proceso de evaporación controlada, donde el agua de mar se almacena y se evapora para obtener sal.

El color rosa se origina principalmente debido a la alta concentración de microorganismos halófilos, que prosperan en ambientes salinos extremos. Entre estos organismos se encuentran las microalgas del género Dunaliella salina y los halobacterios, que tienen una capacidad única para sobrevivir en aguas con una salinidad extremadamente alta. Estas microalgas producen pigmentos como los carotenoides, que les ayudan a protegerse de la intensa radiación solar. Estos pigmentos son los responsables de darle a las aguas su distintivo tono rosado.

Además, los halobacterios, otro tipo de microorganismos presentes en el agua, contienen bacteriorodopsina, una proteína que les permite convertir la luz en energía y que también contribuye al color rosado. En combinación con la salinidad y la concentración de minerales en las lagunas, estos microorganismos transforman el agua en un espectáculo visual único.

El proceso de formación de la sal en Las Coloradas también juega un papel crucial en el color del agua. A medida que el agua se evapora, la concentración de sal aumenta, creando un ambiente ideal para que los microorganismos halófilos prosperen. Las condiciones climáticas de la región, como las altas temperaturas y la intensa radiación solar, favorecen la proliferación de estas algas y bacterias, intensificando el color rosa de las lagunas.

Es importante destacar que el tono del agua puede variar según la época del año y las condiciones ambientales. Durante los meses más cálidos y secos, cuando la evaporación es más intensa, el color rosa se vuelve más vibrante y saturado. En cambio, durante la temporada de lluvias, cuando el agua se diluye, el tono puede volverse más pálido.

El encanto visual de Las Coloradas ha convertido a este lugar en un atractivo turístico cada vez más popular. Su peculiar color rosa, que contrasta con el azul del cielo y el blanco de las montañas de sal, ofrece un escenario perfecto para la fotografía y el ecoturismo. Sin embargo, debido a su fragilidad ecológica, es fundamental que los visitantes respeten el entorno y sigan las indicaciones de las autoridades locales para preservar este extraordinario ecosistema.

Las Coloradas también forma parte de la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, un área protegida que alberga una gran diversidad de flora y fauna, incluyendo flamencos rosados que, alimentándose de los mismos microorganismos que dan color a las lagunas, adquieren su característico plumaje rosa. Esto añade un atractivo adicional al ya de por sí espectacular paisaje.

Las Coloradas, con sus aguas teñidas de rosa, no solo es un lugar de asombrosa belleza, sino también un fenómeno natural resultado de complejas interacciones biológicas y químicas. Este espectáculo natural nos recuerda la diversidad y el ingenio de la naturaleza para adaptarse a condiciones extremas.

Al visitar este destino, es esencial no solo admirar su singularidad, sino también respetar y proteger un entorno tan delicado y único en el mundo. Las Coloradas es, sin duda, uno de los tesoros mejor guardados de Yucatán y un testimonio más de la riqueza natural de México.