
La riqueza gastronómica de la península de Yucatán no solo se encuentra en sus platillos, sino también en sus bebidas tradicionales, como el xtabentún y el agua de chaya. Estas bebidas, con orígenes que se remontan a la cultura maya, no solo son refrescantes, sino que también cuentan con una gran carga cultural e histórica que las convierte en auténticos tesoros de la región.
El xtabentún, una bebida alcohólica fermentada, se elabora con miel de abejas meliponas, anís y licor de caña. Su nombre proviene de una flor silvestre que crece en la región y simboliza amor y misticismo en la tradición maya. Con un sabor dulce y un aroma intenso, el xtabentún era utilizado en ceremonias religiosas y rituales por su carácter sagrado, y hoy en día se disfruta como digestivo o en cocteles, llevando un pedacito de historia a cada sorbo.

Por su parte, el agua de chaya, conocida como “la espinaca maya”, es una bebida saludable y refrescante. Se prepara con las hojas de la chaya, una planta rica en nutrientes y propiedades medicinales. Mezclada con limón y, en ocasiones, piña o pepino, esta bebida no solo es deliciosa, sino también un homenaje a los conocimientos tradicionales de los mayas sobre las plantas y sus beneficios.

Ambas bebidas son un ejemplo de cómo la herencia maya sigue presente en la vida diaria de la región. Ya sea en las cocinas de las familias yucatecas o en restaurantes y mercados locales, el xtabentún y el agua de chaya invitan a descubrir los sabores y saberes que hacen de la gastronomía maya una experiencia única y profundamente arraigada en sus tradiciones.