Valladolid, en el corazón de Yucatán, es una joya colonial que combina historia, cultura y naturaleza, convirtiéndolo en el destino perfecto para un fin de semana. Sus calles empedradas, fachadas coloridas y ambiente tranquilo hacen de esta ciudad un lugar encantador para explorar.
Comienza tu recorrido en el parque principal, donde se encuentra la majestuosa Iglesia de San Servacio. Desde ahí, puedes caminar hasta el Convento de San Bernardino de Siena, un sitio histórico que data del siglo XVI, con hermosos jardines y una interesante proyección nocturna que narra su historia. No olvides recorrer el animado mercado local, ideal para probar delicias yucatecas como los panuchos o la cochinita pibil.
Para los amantes de la naturaleza, Valladolid ofrece acceso a impresionantes cenotes. El Cenote Zací, ubicado en pleno centro, es perfecto para refrescarte y admirar su belleza natural. Si tienes tiempo, aventúrate a los cercanos cenotes X’kekén y Samulá, famosos por sus aguas cristalinas y sus espectaculares formaciones de estalactitas.
Finalmente, no puedes dejar Valladolid sin visitar el sitio arqueológico de Ek Balam, a solo 30 minutos en auto. Este antiguo asentamiento maya cuenta con estructuras impresionantes, como la Acrópolis, desde donde disfrutarás de una vista inigualable de la selva. En resumen, Valladolid tiene algo para todos, convirtiéndolo en un destino imperdible para una escapada de fin de semana.