En Yucatán más de 18 mil pescadores dependen del mar, pero su futuro podría estar en riesgo sin medidas contundentes. Con dos refugios pesqueros ya establecidos y la proyección de hasta siete más en puntos estratégicos como Sisal y Dzilam de Bravo, el estado avanza en la delimitación de áreas protegidas para la reproducción de especies marinas.
La titular de la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentable de Yucatán, Lila Frías Castillo, enfatizó que estos refugios no solo prohíben la pesca en zonas críticas, sino que también buscan involucrar a las comunidades locales en su cuidado.
Frías Castillo señaló que se ha puesto en marcha el proyecto que busca garantizar la conservación de las especies marinas a través de la delimitación de refugios pesqueros en las costas del estado. Según la funcionaria, esta estrategia, reconocida a nivel mundial, se basa en identificar y proteger las áreas de mayor reproducción de las especies marinas, un esfuerzo que no solo preserva la biodiversidad, sino que también asegura el futuro de las pesquerías locales.
Comentó que, como desafío adicional se encuentra la discrepancia en el número de pescadores registrados. Mientras que el padrón federal reporta 12 mil 500 pescadores y el estatal 12 mil 700 beneficiarios de apoyos de veda, señaló que estimaciones locales indican que podrían ser hasta 18 mil personas involucradas en la pesca.
