Cocinas económicas en Mérida: entre la inflación y la cuesta de enero

Las cocinas económicas de Mérida enfrentan un difícil comienzo de año debido al aumento en los precios de insumos básicos, poniendo en jaque su rentabilidad y permanencia. En plena cuesta de enero, estos negocios esenciales para trabajadores y estudiantes luchan por mantenerse a flote frente al impacto de la inflación.
“Hasta hace un año hacía cinco guisos diarios y la ración costaba 80 pesos, pero los insumos, el gas, la luz y hasta la renta del local subieron. Tuve que aumentar el precio a 100 pesos y reducir a tres guisos por día porque ya no me daban las cuentas”, comentó Eliza Dzul Pacab, dueña de la cocina “El Cantarito”.
Para mantenerse en el mercado, muchas cocinas económicas han optado por estrategias como reducir las porciones, ofrecer menús ejecutivos más económicos o agregar incentivos, como postres o café gratis.
Los comensales, afectados también por el alza de precios, han comenzado a reducir su frecuencia de visitas o han optado por preparar alimentos en casa. Esto reduce aún más los ingresos de las cocinas, profundizando la crisis en el sector.
Las cocinas económicas son un pilar para la economía de Mérida, al ser fuentes de empleo y opciones accesibles para miles de personas. Sin embargo, los propietarios coinciden en que, si no se controla el aumento de precios en los insumos básicos, muchos negocios podrían cerrar, afectando a toda la comunidad que depende de ellos.