
Mérida se consolida como un destino atractivo para nuevos habitantes gracias a su oferta cultural, seguridad y cercanía con la naturaleza. Este atractivo aumenta la demanda de vivienda, disparando los precios de las propiedades, que incrementaron su valor hasta en 2 millones de pesos en los últimos años, alcanzando costos de hasta 4.8 millones de pesos.
Según datos del INEGI, personas provenientes de Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México están optando por mudarse a la capital yucateca. Este fenómeno generó un incremento en las rentas, con aumentos de hasta el 120%.
Las zonas más exclusivas, como Cholul y Temozón Norte, ofrecen casas con precios entre los 6 y 7 millones de pesos para viviendas de dos a tres habitaciones. En áreas cercanas como Kanasín, las opciones más accesibles rondan los 2 millones de pesos. Por otro lado, en Chablekal se encuentran algunas de las propiedades más costosas, llegando a los 16 millones de pesos.
Dentro de Mérida, colonias como Leandro Valle y Montes de Amé presentan precios de hasta 5.5 millones de pesos por terrenos de más de 550 metros cuadrados.
Este “boom” inmobiliario posiciona a Mérida entre las ciudades más caras para vivir en México, compitiendo con Monterrey, Querétaro y Aguascalientes.
El alza en el precio de la vivienda y el aumento en el costo de la canasta básica generan preocupación entre los habitantes locales, que enfrentan rentas que oscilan entre los 3,000 y 6,000 pesos mensuales, lo que dificulta el acceso a una vivienda propia.