Opinión
Tendencia

2 de Octubre ¡No se olvida!

La Fuerza de la Transformación - Jorge Sanén

Hace un año, la Presidenta de México, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, ordena ofrecer disculpas públicas a nombre del Estado mexicano a todos los familiares que perdieron la vida aquella tarde del otoño gris de 1968

56 años después de la masacre perpetrada aquel miércoles del 2 de octubre de 1968, el Estado mexicano -¡por fin!- ofreció una disculpa pública a través de un acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Fue durante la primera “mañanera del pueblo”, cuando la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ordenó a la secretaria de Gobernación ofrecer disculpas públicas a nombre del Estado mexicano a todos los familiares que perdieron la vida aquella tarde del otoño gris de 1968, a pocos días de las grandiosas olimpiadas, y además, en su calidad de comandanta suprema de las Fuerzas Armadas se comprometió a que estas “nunca más sean utilizadas para atacar o reprimir al pueblo de México”.

He dicho en otras ocasiones -comentó en su primera mañanera -, que soy hija del 68: mi madre participó en ese movimiento estudiantil, (entonces) era profesora del IPN, ayudó a los estudiantes; después, fue expulsada, comenta que iba de niña con su madre a visitar a los presos políticos a Lecumberri.

En ese momento, la Presidenta, dio instrucciones para publicar el decreto del acuerdo, de inmediato, Ernestina Godoy, en su calidad de Consejera Jurídica presentó el Acuerdo que reconoce formalmente la responsabilidad del Estado mexicano en aquellos hechos lamentables que marcan un antes y un después en nuestra generación: “En nombre y representación a nombre del Estadomexicano, se reconoce políticamente que los actos de violencia gubernamental perpetrados (…) en contra de integrantes del heroico movimiento estudiantil fueron constitutivos de un crimen de lesa humanidad.”

En cumplimiento de esta instrucción, Rosa Icela Rodríguez, ofreció la disculpa pública “a todas las personas que perdieron a un ser querido o a quienes fueron víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos la noche del 2 de octubre de 1968; indicó que este crimen de lesa humanidad fue creado, ejecutado y encubierto desde la más alta autoridad del poder público, y su responsabilidad principal recayó en el presidente Gustavo Díaz Ordaz.

Las disculpas públicas de un crimen de lesa humanidad —como fue el caso de los pueblos yaquis y otros casos que hizo el presidente— engrandece a los pueblos, reconoce crímenes como este y, al mismo tiempo, pone un alto y dice: ‘Nunca más’, dijo Sheinbaum…

Artículos Relacionados

Back to top button