Henequén, el ‘oro verde’ que moldeó la historia de Yucatán
Actualmente, la fibra de henequén se utiliza en la elaboración de hamacas, bolsas, tapetes y otros productos artesanales.

Cuenta la antigua leyenda maya que Zamná, dios de la sabiduría, descubrió las virtudes del henequén cuando las espinas de esta planta cortaron su piel, revelando su resistencia. Así, el henequén (conocido como “Ki” en lengua maya) se convirtió en un regalo para su pueblo.
Más allá del mito, lo cierto es que esta planta, endémica de Yucatán, ha sido testigo y protagonista de la historia económica, social y cultural de la región.
El henequén (Agave fourcroydes), único en su tipo y originario exclusivamente de Yucatán, produjo una fibra que conquistó el mundo bajo el nombre de “sisal”, derivado del puerto homónimo desde donde se exportaba.
Durante los siglos XIX y XX, su demanda internacional transformó la economía yucateca. La fibra, extraída de sus hojas y tejida en cuerdas de gran resistencia, fue esencial en la industria textil y agrícola global, especialmente tras la adopción de sogas de henequén en la máquina segadora McCormick en 1878.
El auge del llamado “oro verde” dejó una huella imborrable en Yucatán. Las majestuosas casonas del Paseo de Montejo y la avenida Colón, construidas con materiales europeos, son vestigios de la opulencia de las haciendas henequeneras.
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Sin embargo, esta riqueza tuvo un costo humano: miles de mayas, junto a trabajadores coreanos, chinos y estadounidenses, fueron sometidos a condiciones laborales cercanas a la esclavitud, atrapados en un sistema de deudas perpetuas.
La industria también enfrentó desafíos económicos. La lenta maduración del henequén (entre 5 y 8 años) llevó a la ruina a muchas familias que invirtieron sin ver retornos inmediatos. Además, la invención de las fibras sintéticas en el siglo XX marcó el declive de su reinado.
Hoy, la fibra de henequén se utiliza en la elaboración de hamacas, bolsas, tapetes y otros productos artesanales que pueden encontrarse en el corazón de Mérida.
Su historia también está ligada a eventos cruciales, como la Guerra de Castas (1847) y los intentos de independencia de Yucatán, donde su valor económico fue un factor determinante.