¿Falta de creatividad en la programación de luchas, o globalización del contenido?

Juan Pablo Rivera
He observado recientemente, en diversos canales digitales de interacción de fanáticos del mundo de la lucha libre, comentarios respecto de la programación de los carteles. En dichos comentarios se repite constantemente la molestia acerca de la carencia creativa de los organizadores de eventos, principalmente los que son semanales y corresponden a la empresa de lucha libre más grande del mundo.
Y la verdad es que hay mucho talento en ascenso que sigue en la línea, esperando tener lo que en el medio se le conoce como el “bookeo” adecuado. Sin embargo, los responsables creativos de hacer las historias parecen aferrarse a los mismos protagonistas, estirando la cuerda lo más que se pueda y prolongando así las narrativas más de lo necesario.
Poniendo sobre la mesa ejemplos puntuales que actualmente figuran dentro de la programación habitual de la compañía WWE (World Wrestling Entertainment, por sus siglas en inglés), tenemos al grupo de los luchadores identificados por el público como los samoanos, dentro de los cuales destacan, por nombrar algunos, figuras como “El Jefe Tribal” Roman Reigns, “The Usos” (Jey & Jimmy), Jacob Fatu y Solo Sikoa.
A algunos de estos personajes se les ha dado una trama que, al parecer, a diversos aficionados les resulta reiterativa, ya que, por ejemplo, en el caso de los luchadores “Usos”, han tenido muchos eventos principales en las funciones semanales de la empresa. Así como la rivalidad entre Roman Reigns y Bronson Reed (otro luchador de la cultura oceánica), en la cual, literalmente, el primero de los guerreros estaba peleando por recuperar sus tenis talla T-Rex (ya que parecen zapatos grandes de payaso) que el segundo le fue quitando, hasta tener su desenlace en uno de los eventos principales de la compañía, o como se les conoce, “PLE” (Premium Live Events), cuya sede fue en París, Francia.
Y, aparentemente, a la gente francesa le gustó mucho, pues recibieron ese y el resto de los encuentros programados con el mismo entusiasmo con el que disfrutan un croissant con chocolate. Según estadísticas de diversos medios, el evento rompió récords de asistencia, superando incluso los alcanzados por Taylor Swift en el mismo recinto.
En ese sentido, es adecuado considerar que, muy probablemente, los planificadores de contenido de la empresa WWE no están apuntando a satisfacer solamente a los fanáticos que recurrentemente observan su programación, sino que están jalando el cable hacia nuevos horizontes, usando así a su talento como gancho para atraer a nuevos aficionados. Por si nos queda duda de esto, es de utilidad recordar que recientemente se anunció que el evento principal de la compañía WWE, denominado WrestleMania, tendrá como sede, para su edición 43 en el año 2027, a Arabia
Saudita. Esto es algo sin precedentes para la compañía, puesto que todos esos eventos principales se han realizado en territorio estadounidense.