El cerdo negro de Yucatán una tradición en riesgo
La raza conocida como cerdo pelón mexicano está al borde de desaparecer, con menos de mil ejemplares puros.

En la península de Yucatán existe una raza porcina singular: el cerdo pelón mexicano, también llamada cerdo negro o criollo, adaptada al clima tropical desde hace más de cinco siglos.
Se caracteriza por su piel oscura sin pelo, hocico alargado y orejas rectas, y su carne se integró profundamente en platillos identitarios de la región como la cochinita pibil.
Sin embargo, esta raza enfrenta una grave amenaza de desaparición, se calcula que existen menos de mil animales puros en todo el estado.
Su reemplazo se debe en parte a que las razas comerciales producen más rápido, con mayor rendimiento, y el cerdo pelón no resulta tan rentable en los sistemas industriales modernos.
La desaparición del cerdo pelón tiene implicaciones tanto para la biodiversidad como para la gastronomía.
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Se pierde un linaje genético adaptado al ambiente tropical y ligado a sistemas tradicionales de crianza. En el ámbito culinario, el cambio hacia razas industriales puede alterar el sabor, la textura y la tradición de platillos regionales, reduciendo la autenticidad gastronómica y el vínculo cultural con la cocina yucateca.
Las causas de este reemplazo son múltiples como la industrialización de la producción porcina, la presión de granjas altamente tecnificadas en la zona, cambios en los sistemas de crianza familiar y traspatio, así como un mercado que privilegia volumen y velocidad sobre calidad, tradición y diversidad genética.
Para conservar este animal, se requieren programas de reproducción responsable, reconocimiento de su valor cultural, e incentivar su crianza en modelos de negocio sustentables que protejan su legado y su presencia en la mesa de Yucatán.







