Mérida suma nuevos polos creativos en sus colonias tradicionales
Barrios como Santa Ana, La Mejorada y Santiago se consolidan como polos creativos con nuevos espacios culturales que revitalizan sus casonas.

Mérida vive una transformación silenciosa pero visible en varios de sus barrios históricos, donde la llegada de galerías, talleres artísticos, cafés independientes y espacios culturales está convirtiendo a colonias tradicionales en verdaderos polos creativos. Santa Ana, La Mejorada, Santiago, Itzimná y La Ermita concentran la mayor parte de este movimiento, impulsado por la restauración de casonas y el creciente interés de artistas, diseñadores y emprendedores por asentarse en estas zonas.
En Santa Ana, la actividad creativa se percibe en sus calles, donde galerías, tiendas artesanales y pequeñas casas-restaurante han dinamizado la vida cotidiana. Su parque funciona como punto de encuentro para ferias y expresiones culturales que atraen tanto a visitantes como a residentes, consolidándolo como un barrio de ambiente bohemio.
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La Mejorada también vive un proceso acelerado de renovación. Al valor histórico de sus edificios se suma la presencia de museos, escuelas de arte y nuevos proyectos culturales que han reactivado su vida urbana. La restauración de antiguas casonas para convertirlas en galerías, boutiques o restaurantes de diseño ha generado un interés creciente por parte de inversionistas y colectivos artísticos.
Santiago, por su parte, mezcla tradición con modernidad: casonas coloniales restauradas, cafés y tiendas de diseño conviven con actividades culturales consolidadas como las noches de música y baile en su parque. La oferta cultural, sumada a su ubicación estratégica, lo mantiene como uno de los barrios más vibrantes de la ciudad.
A esta lista se suma Itzimná, donde los murales y el arte urbano han ganado espacio en los últimos años. Sus cafeterías independientes y comercios creativos han impulsado una identidad más joven, convirtiéndolo en un punto emergente para quienes trabajan en industrias creativas. La Ermita de Santa Isabel, recién nombrada Barrio Mágico, se perfila también como un sector en expansión cultural, impulsado por su valor histórico y el creciente interés turístico.
Aunque el crecimiento creativo aporta conservación arquitectónica y dinamismo económico, también ha abierto debates sobre la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda en estas zonas. Aun así, los barrios creativos de Mérida están definiendo una nueva etapa para la ciudad, donde la cultura y el diseño se integran al tejido histórico de sus calles.







