La monarca más longeva en el trono, Margarita II, ha abdicado en Dinamarca este 14 de enero después de gobernar durante 52 años. Su hijo mayor, el príncipe Federico, sucederá en el reinado de este país nórdico.
Este evento marca un hito significativo, ya que desde la instauración de la monarquía hereditaria en 1660, ningún monarca había abdicado, y el último caso se remonta a 1146, cuando Erico III dejó el trono para retirarse a un monasterio.
El anuncio sorprendió a todo el país, ya que la decisión fue comunicada por Margarita II en su tradicional discurso de Fin de Año, y ni siquiera sus hijos fueron informados hasta tres días antes, según confirmó la Casa Real. A pesar de la sorpresa, la abdicación ha recibido un amplio respaldo tanto de la propia Margarita II como de la institución.
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#ULTIMAHORA 🔴| Reina Margarita II de Dinamarca renuncia al trono tras 52 años de mandato.pic.twitter.com/1VNFpH6CQN
— El Momento (@ElMomentoOfic) December 31, 2023
La monarca, quien en repetidas ocasiones había afirmado que su deber era “de por vida”, fundamentó su retirada en su avanzada edad (83 años), las complicaciones derivadas de una operación de espalda y la necesidad de dar paso a la nueva generación.
La elección de la fecha no fue casual; el 14 de enero de 1972, Margarita II fue proclamada reina tras la muerte de su padre. La ceremonia de sucesión se realizó siguiendo el esquema tradicional, con un consejo de Estado, la firma de la declaración de abdicación y la proclamación formal.
La sucesión se llevó a cabo a las 14:00 horas locales, con el príncipe Federico asumiendo el trono. La proclamación oficial a cargo de la primera ministra, Mette Frederiksen, tuvo lugar a las 15:00 horas. Se realizaron salvas desde una fortaleza militar y luego Federico X pronunció un breve discurso.
La celebración incluyó una pequeña recepción posterior a la proclamación, a la que asistieron también líderes de territorios autónomos daneses. A diferencia de otras monarquías, la tradición danesa no contempla una coronación ni la presencia de invitados de otras casas reales.
Miles de daneses se congregaron en la capital para presenciar este histórico evento, a pesar de las bajas temperaturas. La policía recomendó evitar el transporte público y desplazarse a pie por el centro de Copenhague. El programa de actos incluye eventos adicionales como una recepción en el Parlamento danés y un servicio religioso en la catedral de Aarhus.