Crean un laboratorio vivo para cosechar hortalizas en escuela de Mérida
La importancia de fomentar el cuidado de los recursos naturales desde temprana edad se hace evidente en la Escuela República de México Plantel Azteca Mérida 1, donde los estudiantes están aprendiendo sobre la conservación del medio ambiente a través de actividades prácticas como la siembra de hortalizas y la creación de huertos escolares.
La docente Lizbeth Contreras informó que estas iniciativas no solo educan a los jóvenes sobre la importancia de la sostenibilidad, sino que también les brindan habilidades prácticas y una apreciación por la naturaleza.
Indicó que en días donde el calor extremo se apodera de todos los rincones es necesario que los estudiantes participen activamente en proyectos de jardinería y agricultura, donde tienen la oportunidad de sembrar, cuidar y cosechar sus propias hortalizas. Estos huertos escolares se han convertido en un laboratorio vivo donde los jóvenes pueden aprender sobre diferentes especies de plantas, ciclos de crecimiento, y la importancia de prácticas agrícolas sostenibles.
La docente, quien lidera este programa, enfatizó que estas actividades tienen múltiples beneficios educativos y ambientales. A través de la experiencia directa en el cultivo de alimentos, los estudiantes desarrollan una comprensión más profunda de los procesos naturales y la interdependencia de los ecosistemas. Además, estos proyectos fomentan valores importantes como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el respeto por el medio ambiente.
“Es un proyecto que ellos van a terminar, incluso van a hacer dibujos enfocados al medio ambiente de Yucatán y su impacto en poner en práctica la siembra de plantas y árboles. De esta manera ellos van teniendo conciencia en el cuidado de la flora de hecho todos los salones tienen horarios específicos para salir a regarlas”, explicó.
El huerto escolar no solo proporciona un entorno de aprendizaje práctico, sino que también promueve hábitos alimenticios saludables y una conciencia sobre la procedencia de los alimentos.
Además de los beneficios educativos y de salud, los huertos escolares también sirven como una herramienta poderosa para la educación ambiental. A través de estos proyectos, los estudiantes aprenden sobre la conservación del agua, la importancia de la biodiversidad y las prácticas agrícolas sostenibles que pueden ayudar a mitigar el cambio climático.
Por último, dijo que al involucrar a los estudiantes en actividades prácticas como la siembra de hortalizas y la creación de huertos escolares, la escuela no solo está educando a los jóvenes sobre la importancia del medio ambiente, sino también equipándolos con las habilidades y los valores necesarios para ser ciudadanos responsables y conscientes.
