En el Área de Conservación “El Zapotal”, Yucatán, el jaguar es el que manda. La comunidad y la organización no gubernamental Pronatura han unido esfuerzos para garantizar su conservación y una convivencia en armonía entre los humanos y los felinos.
En el marco del Día Internacional del Jaguar, que se conmemora cada 29 de noviembre, Anuar Hernández, responsable del Programa de Conservación de Felinos y sus presas en Pronatura Península de Yucatán, explica que esta especie se encuentra en lucha constante por su supervivencia debido a las amenazas como el cambio de uso de suelo para los monocultivos y los desarrollos inmobiliarios, pero comunidad y activistas han encontrado las estrategias adecuadas para que en “El Zapotal” tengan un refugio.
En la reserva y sus alrededores, Pronatura trabaja cuatro líneas de acción para que los jaguares estén seguros y las personas cercanas no tengan conflictos con su presencia: gestión del hábitat, coexistencia entre humanos y felinos, participación social e investigación.
Con esta labor, que se lleva a cabo en el municipio de Tizimín, se atiende la conservación de la selva y el mejoramiento de los sitios que han sido deforestados. También se trabaja de la mano con ganaderos cuyos ranchos han sufrido pérdidas debido a la depredación.
Aunque es muy difícil realizar una medición debido a la dinámica de los felinos, se estima que en Yucatán actualmente habitan entre 200 y 350 jaguares distribuidos principalmente en Hunucmá, Celestún, Sisal, Chuburná Puerto, la Reserva Biocultural Estatal del Puuc, Tekax, Valladolid, El Cuyo y Dzilam de Bravo.
Astrid Sánchez