Aranceles de Trump presionan: Importadores en EE.UU. comienzan a trasladar el costo a consumidores

La política arancelaria impulsada por Donald Trump en su segundo mandato ya empieza a generar impactos visibles en la economía de Estados Unidos, donde los importadores están absorbiendo la carga fiscal impuesta por los nuevos aranceles, pero comienzan a trasladar el costo a los consumidores, advierten economistas.
Un informe reciente elaborado por Sarah House, economista senior de Wells Fargo, señala que la presión de estas medidas recae de lleno sobre los compradores estadounidenses, ya que los exportadores mexicanos no están reduciendo precios para compensar los aranceles.
“Si los exportadores extranjeros absorbieran el costo de los aranceles, los precios de las importaciones estadounidenses estarían disminuyendo proporcionalmente al aumento de la tasa arancelaria”, apuntó House.
“Sin embargo, los precios de las importaciones no combustibles aumentaron un 1.2% interanual en junio, lo que indica que los proveedores extranjeros se resisten a recortar precios”.
Aranceles hasta 16%: empresas reparten el impacto
La tasa arancelaria efectiva en EE.UU. pasó del 2% en 2024 al 16% en 2025, lo que ha obligado a muchas empresas a optar por una combinación de estrategias para sobrellevar el golpe: reducir márgenes, subir precios o absorber parcialmente el impacto fiscal, según el informe.
“Las empresas nacionales están asumiendo el costo del aumento de los aranceles y comenzando a traspasarlo a los consumidores”, reiteró House.
Aunque se prevé una desaceleración de la demanda interna, factores como un dólar debilitado y una fuerte actividad manufacturera en México y la eurozona podrían contrarrestar cualquier efecto deflacionario, añadió la economista.
Efecto inflacionario por sectores
Delia Paredes Mier, economista en jefe de TransEconomics, señaló que el efecto inflacionario de los aranceles ya es perceptible en sectores clave:
- Electrodomésticos
- Materiales de construcción
- Productos manufacturados intermedios
“Ya se observa un traspaso parcial a los precios. Muchos importadores inicialmente absorbieron parte del golpe, pero con márgenes cada vez más apretados, ese costo está llegando al consumidor final, sobre todo cuando se agotan inventarios pre-arancel”, explicó.
Respecto a México, Paredes advirtió que, aunque el nearshoring ha amortiguado el golpe, el país enfrenta desafíos estructurales si no mejora su logística y regulación.
“El riesgo no es tanto la demanda de EU, que sigue sólida, sino nuestra capacidad de respuesta”, subrayó.
Manufactura estadounidense sigue en declive
Uno de los objetivos de la política arancelaria de Trump es repatriar empleos manufactureros. Sin embargo, expertos consideran que esa meta sigue fuera de alcance.
“Las tres últimas administraciones han intentado sin éxito reincorporar empleos manufactureros hacia EE.UU., y este nuevo intento no será la excepción”, señaló Thomas Ryan, economista de Capital Economics.
Agregó que sectores como el automotriz y farmacéutico podrían tener un ligero repunte, pero replicar el modelo de manufactura de bajo costo de países como Vietnam o Pakistán resulta inviable para estados como Ohio o Michigan.
“El empleo manufacturero ya está cerca de mínimos históricos, y con altos aranceles es poco probable que aumente significativamente”, concluyó.
Por su parte, Adam Hersh, del Instituto de Política Económica, sostuvo que el mayor obstáculo para recuperar empleos manufactureros no es la competencia extranjera, sino el avance de la automatización.
“La producción ha aumentado, pero con menos trabajadores. Eso explica por qué no se volverá a niveles de empleo anteriores”, afirmó durante una conferencia en Brookings Institution.