Bad Bunny disfruta la lucha libre en CDMX antes de su gira
Bad Bunny asiste a la Arena México horas antes de iniciar su gira, generando expectativa entre fans y fortaleciendo su presencia en el país.

Bad Bunny vive la experiencia de la lucha libre en la Arena México
Bad Bunny, quien llegó a la Ciudad de México para iniciar este miércoles su gira “DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour” en el Estadio GNP Seguros, acudió la noche previa a la Arena México, donde disfrutó del espectáculo de lucha libre usando una máscara para intentar pasar desapercibido. El artista asistió al recinto ubicado en la colonia Doctores como parte de su visita al país, en un gesto que refleja su interés por la cultura popular mexicana y su conexión con el público local.
Bad Bunny y su visita a la Catedral de la Lucha Libre
A pesar de cubrirse con una sudadera y portar una máscara para evitar ser reconocido, varios asistentes identificaron al reguetonero, cuyas imágenes circularon rápidamente en redes sociales. El llamado “Conejo Malo” presenció el show en la conocida “Catedral de la Lucha Libre”, un espacio emblemático por su mezcla de deporte acrobático, teatralidad y tradición. Para muchos seguidores, su presencia subrayó el atractivo cultural del espectáculo y reforzó la relación del artista con México, uno de sus mercados más fieles.
Bad Bunny inicia su gira con un concepto visual innovador
La gira “DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour” inicia en México con una propuesta artística que combina escenografía diseñada por el propio cantante, efectos multimedia y una narrativa visual destinada a generar una experiencia sensorial inmersiva. El montaje, caracterizado por detalles cuidadosamente orquestados —desde la iluminación hasta la selección musical—, busca transformar la experiencia del espectáculo urbano en vivo.
El tour representa una evolución creativa en la carrera de Bad Bunny, quien apuesta por un formato que va más allá del concierto tradicional mediante imágenes, coreografías e intervenciones sonoras diseñadas para conectar emocionalmente con un público global y joven. En la Ciudad de México, la llegada del artista no solo marca un evento musical relevante, sino que impulsa el turismo y la actividad económica relacionada con el entretenimiento, atrayendo a cientos de visitantes nacionales e internacionales.







