
El sistema maya de observación climática Xook K’iin anticipa un repunte de ciclones en Yucatán desde la segunda semana de agosto. Ya se cumplen las lluvias dispersas previstas para 2025, afectando siembras, mientras milperos enfrentan condiciones irregulares y altas temperaturas.
El sistema ancestral de observación climática Xook K’iin, también conocido como cabañuelas mayas, anticipó desde principios de año que el 2025 estaría marcado por lluvias dispersas, situación que ya se presenta en Yucatán y que ha afectado directamente a los milperos, quienes enfrentan dificultades para completar sus siembras. Ahora, este mismo método advierte un repunte de la actividad ciclónica a partir de la segunda semana de agosto, con una precisión del 70% frente a los modelos satelitales modernos.
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El ingeniero agrónomo y comunicador maya Bernardo Caamal Itzá explicó que desde hace dos décadas un grupo de expertos ha trabajado en el rescate del Xook K’iin como una herramienta útil para prever el clima en zonas rurales del mundo maya. En febrero, las primeras lecturas indicaron un año “maman Chaac”, es decir, con lluvias muy localizadas, lo que se ha traducido en precipitaciones irregulares en distintas partes del estado.
Caamal Itzá señaló que aunque en mayo se presentaron lluvias que aliviaron una intensa sequía, las temperaturas extremas continuaron durante varias semanas, afectando al campo. Las condiciones no han sido tan severas como en años anteriores, pero el patrón climático inestable ha complicado la planificación agrícola en varias regiones.
Para este mes de agosto, el Xook K’iin señala un cambio en el comportamiento del clima, con posibles ciclones en la segunda quincena o a inicios de septiembre. Aunque no se puede prever la intensidad ni trayectoria, el método advierte un aumento en la frecuencia de estos fenómenos, sin que eso implique lluvias abundantes en todo el estado, sino más bien la persistencia de precipitaciones dispersas y riesgos asociados.