Los boneless de pollo son una alternativa práctica y deliciosa para quienes disfrutan del sabor de las alitas pero prefieren la comodidad de la carne sin hueso. Prepararlos en casa es más sencillo de lo que parece y, acompañados de una buena salsa, pueden convertirse en el centro de atención de cualquier reunión. A continuación, te compartimos tres recetas de salsas fáciles de hacer, con ingredientes que probablemente ya tienes en tu cocina.
1. Salsa Buffalo clásica
- Ingredientes: mantequilla, salsa picante tipo Frank’s, ajo en polvo y una pizca de sal.
- Preparación: derrite la mantequilla, mezcla con la salsa picante y sazona con ajo en polvo. Baña los boneless recién fritos para que absorban todo el sabor.
2. Salsa BBQ dulce y ahumada
- Ingredientes: salsa de tomate, azúcar morena, vinagre de manzana, mostaza y humo líquido (opcional).
- Preparación: en una olla pequeña combina todos los ingredientes y cocina a fuego bajo por 10 minutos. La mezcla resultará en una salsa espesa y brillante que se adhiere perfectamente al pollo.
3. Salsa miel con mostaza
- Ingredientes: miel, mostaza amarilla, mostaza Dijon y un toque de limón.
- Preparación: mezcla en un tazón todos los ingredientes hasta lograr una salsa homogénea y cremosa. Ideal para quienes prefieren un sabor menos picante y más balanceado.
Para los boneless, basta con cortar pechuga de pollo en cubos, empanizarlos con harina y huevo, freírlos hasta que estén dorados, y finalmente mezclarlos con la salsa de tu preferencia. Puedes acompañarlos con bastones de apio y aderezo ranch para completar la experiencia.
