¿Conocías la historia de los tacos al pastor?
El platillo más icónico de la Ciudad de México tiene raíces internacionales y una receta que ha conquistado paladares en todo el mundo.

Los tacos al pastor, símbolo de la gastronomía mexicana, esconden una historia que combina tradición libanesa, creatividad poblana y el toque inconfundible del sabor nacional. Te contamos su origen, curiosidades y cómo hacerlos en casa.
Un ícono de México con raíces extranjeras
Aunque son considerados 100% mexicanos, los tacos al pastor tienen influencias del shawarma libanés, el gyros griego y el döner kebab turco. Su origen se asocia a los migrantes que llegaron a México a finales del siglo XIX, adaptando la carne de cordero al cerdo, el pan árabe a la tortilla y sumando ingredientes como achiote, piña, cebolla y cilantro.
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El famoso trompo: un espectáculo de sabor
El nombre “trompo” se debe a la forma en que se apilan los filetes marinados en un asador vertical, semejando el tradicional juguete mexicano. Cocinada lentamente frente al fuego, la carne desprende un aroma irresistible que atrae a cualquiera que pase frente a una taquería.
Los “pastoreros” son especialistas en preparar la carne marinada en adobo durante horas para luego asarla y servirla en tortillas pequeñas, coronadas con piña, cebolla, cilantro, limón y salsa al gusto. Aunque el trompo es lo tradicional, también se pueden preparar al horno o en parrilla.
Receta para tacos al pastor en casa
Ingredientes:
- 1 kg de pierna de cerdo
- 6 chiles guajillos
- Piña, achiote, vinagre, chile chipotle, orégano, comino, ajo, pimienta, clavo y sal.
Preparación: hervir los chiles, licuarlos con especias, marinar la carne por al menos 4 horas y hornear en capas intercaladas con piña y cebolla. Servir en tortillas con los complementos clásicos.