Corona de Adviento 2025: significado del segundo domingo
El segundo domingo de la corona de Adviento 2025 invita a la reflexión sobre la paz y marca la continuidad del camino espiritual hacia la Navidad.

Corona de Adviento 2025: cuándo se enciende la segunda vela
Con la llegada de diciembre, millones de familias comienzan a celebrar la tradición de la corona de Adviento 2025, un símbolo navideño que cada año marca el inicio del periodo de preparación para la Navidad. Este 2025, el segundo domingo de Adviento se celebrará el 7 de diciembre, fecha en la que se enciende la segunda vela del arreglo, siguiendo la costumbre de prender una luz cada domingo previo a la Nochebuena. La tradición busca promover un espacio de pausa, reflexión y unión comunitaria en medio del ajetreo de fin de año.
Corona de Adviento 2025: el sentido de las velas y su orden
Las velas de la corona de Adviento se encienden durante cuatro domingos consecutivos. La primera vela, encendida el pasado 30 de noviembre, marca el inicio del recorrido espiritual que simboliza la preparación para la llegada de Jesús. Tanto la primera como la segunda vela suelen ser de color morado, tono asociado al recogimiento, la espera y la introspección.
De acuerdo con el medio especializado Desde la fe, cada una de estas luces representa la manera en que “la luz va disipando las tinieblas” y disminuye la oscuridad espiritual hasta la llegada del Niño Dios. Tradicionalmente, las cuatro velas simbolizan esperanza, paz, alegría y amor. En algunos hogares también se coloca una quinta vela blanca al centro, encendida el día de Navidad como representación del nacimiento de Cristo.
Corona de Adviento 2025: significado de la segunda vela
El segundo domingo de Adviento está dedicado a la paz, un valor que la tradición invita a reflexionar profundamente. Este momento del calendario litúrgico busca inspirar reconciliación tanto personal como comunitaria, promoviendo la armonía con Dios y con las personas que rodean a los creyentes. Encender la segunda vela no solo representa continuidad, sino también una renovación del compromiso espiritual para vivir en serenidad y abrir el corazón al mensaje navideño.






