
Pescadores y residentes de la costa se muestran intrigados por el tercer recale de delfín en la costa de la entidad en menos de una semana. Biólogos de Progreso y buzos comentaron que no existe un estudio concluyente sobre la salida de los cetáceos a las playas, pero las estimaciones son principalmente la desorientación de las especies por cambios de temperatura derivado de los frentes fríos y enfermedad.
El hallazgo de cetáceos en la costa de Yucatán no es un fenómeno atípico, refieren biólogos del centro de investigaciones de la UNAM consultados por los tres delfines encallados en una semana (dos en Telchac y uno en Río Lagartos).
Más aun, éstos mamíferos no salen del agua en su mayoría deliberadamente, se acercan a la costa por enfermedad, edad o desorientación pero no hay evidencia científica de conductas deliberadas como se ha especulado.
El doctor Jorge López Lazcano, Investigador en el posgrado en Ciencias del Mar y Limnología; refirió que en Yucatán salen del mar cada año entre cinco y 10 ejemplares de delfín manchado y el conocido “naríz de botella” por diversas causas, más ninguna concluyente.
“Son ejemplares mamíferos y pueden contraer enfermedades bacterianas, problemas de inmunodeficiencia por la edad e incluso consecuencia de la actividad humana pero en el caso de los tres delfines de los recientes días es inexacto afirmar que sea por el cambio de marea o porque buscan aliementos en la orilla”, precisó el investigador.
Añadió que las especies de mamíferos marinos buscan el alimento en alta mar por lo cual es poco problable que los delfines recientes acabaran fuera por accidente.
“Hay factores de desorientación pero estas especies cuentan con un sistema a forma de radar –por decirlo de alguna manera- que los hace muy hábiles en el agua y si llegan a salirse del mar es más por factores de debilidad a consecuencia de algún padecimiento, se quedan sin nadar y la marea los arrastra”, detalló.
Por su parte buzos de la zona refirieron que la presencia de delfines no es una situación de alarma por mareas contaminadas. Afirmaron que cada año suceden estos eventos pero en la era de la tecnología y las redes sociales hay mayor disfusión pero nada fuera de lo común.
Comentaron que en el caso de la ballena encallada en 2016 tambén se registraron al menos 15 varamientos de otros mamíferos marinos. “De hecho la ballena murió en alta mar y terminó recalando en la playa”, concluyeron.
Fabio Fuentes