

Con el inicio de la temporada de anidación (mayo-septiembre), las costas de Yucatán reciben a las primeras tortugas marinas, y El Cuyo se ha convertido en un ejemplo de conservación. Habitantes y autoridades trabajan juntos para proteger a estos reptiles, esenciales para el equilibrio ecológico del litoral yucateco.
Vecinos de este puerto oriental compartieron en redes sociales imágenes de los primeros ejemplares llegando a desovar, marcando el inicio de un ciclo vital.
Mediante letreros artesanales, recorridos informativos y campañas en redes, promueven respeto a los nidos (no tocarlos o perturbarlos), reducción de luces artificiales por la noche (desorientan a las tortugas) y la prohibición de interferir en su camino hacia el mar.
Autoridades ambientales y asociaciones civiles reforzaron la vigilancia para asegurar condiciones óptimas de anidación. Invitan a visitantes a ser parte activa de la conservación.
“Presenciar este fenómeno es un privilegio que exige responsabilidad”, destacan.
El Cuyo, como santuario natural, enfrenta retos por el cambio climático y la actividad humana, pero los esfuerzos comunitarios han mejorado la seguridad de las tortugas.
¿Por qué son vitales las tortugas marinas en Yucatán? Mantienen saludables los ecosistemas marinos y las playas; sus huevos aportan nutrientes a la arena, y las especies como la carey o blanca están en peligro de extinción.
La invitación es clara: respetar su espacio, seguir las indicaciones locales y evitar plásticos en la playa. Protegerlas hoy garantiza que futuras generaciones disfruten este milagro natural.