El origen milenario de la lasaña: del Imperio Romano a la cocina mundial
Con siglos de historia, este icónico platillo italiano ha evolucionado desde sus raíces romanas hasta llegar al espacio exterior

La lasaña es uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía italiana. Su historia comienza en la antigua Roma y ha trascendido fronteras, estilos y generaciones. Cada 29 de julio se celebra el Día Mundial de la Lasaña, homenajeando a este manjar universal.
Un legado romano que aún se saborea
Aunque la receta actual de lasaña nació en Italia, sus antecedentes más antiguos se remontan al siglo I d.C. El gastrónomo romano Apicio mencionó en su libro De re coquinaria un platillo llamado lagana, hecho con capas de pasta y carne horneada, muy parecido a la lasaña moderna.
Incluso Cicerón, célebre filósofo romano, confesaba su gusto por un platillo llamado lagum, compuesto por tiras largas de pasta. En la Edad Media, varias menciones literarias también hacen referencia a preparaciones similares.
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En 1390, un libro de recetas británico dedicado al rey Ricardo II mencionó la “lasaña”, lo que llevó a algunos a creer que su origen era inglés. Sin embargo, documentos históricos italianos demostraron que en 1316, una cocinera llamada Maria Borgogno ya preparaba una receta casi idéntica a la actual.
Fue en 1863 que Francesco Zambrini describió por primera vez la lasaña con capas alternadas de pasta y queso en su Libro di Cucina, y en 1881 se incorporó el tomate en la receta, gracias al libro Principe dei cuochi o la vera cucina napolitana, de Francesco Palma.
Los sabores de Italia: tipos de lasaña más populares
Lasaña Boloñesa
La más conocida en el mundo. Combina láminas de pasta con bechamel, ragú (salsa boloñesa) y se gratina con queso parmesano.
Lasaña Napolitana
Clásica del carnaval. Contiene albóndigas, huevos cocidos, queso ricotta y ragú napolitano enriquecido con carnes frías.
Lasaña al Pesto
Originaria de Liguria. Alterna capas de pasta con pesto genovés, con ese inconfundible sabor a albahaca y piñones.
Un platillo… ¡fuera de este mundo!
La lasaña incluso ha viajado al espacio. En 2013, el chef Davide Scabin creó una versión boloñesa para la Estación Espacial Internacional. Esta “lasaña espacial” puede conservarse por 36 meses y mantiene su sabor tras ser deshidratada y rehidratada.