
El último año ha sido testigo de una espiral inflacionaria que incrementó los costos de numerosos productos, alimentos, bienes y servicios, lo cual impacta los bolsillos de los turistas. Durante la temporada vacacional de verano de este año, se estima que un visitante pagará hasta mil 700 pesos más por persona en el mismo sitio, restaurante y línea aérea, y bajo las mismas condiciones comparado con lo que gastó en 2023.
Rosa Icela García Pantoja, presidenta de la Asociación Mexicana de la Industria Turística de Yucatán (AMIT), informó que con respecto al año pasado se registró una disminución del 20% en el turismo debido a la inflación y la desaceleración económica.
Además, es más barato viajar al extranjero que para el turismo extranjero venir a Mérida; el boleto de avión y los costos aeroportuarios incrementaron, señaló.
La combinación de precios más altos y la disminución del poder adquisitivo de los consumidores podría llevar a una reducción aún mayor en el número de visitantes, lo cual afecta negativamente a las economías locales que dependen del turismo, manifestó.
“Yo te puedo asegurar que estamos hablando de un 20% con respecto al año pasado y pega porque la inflación es impresionante, aunado de que en las próximas semanas se empiezan a pagar inscripciones con respecto al regreso a clases, pagan uniformes, libros, útiles en general y eso hace que sea un golpe bajo para la economía”, precisó.

Asimismo, la industria hotelera no queda exenta de los efectos inflacionarios. Los hoteles aumentaron sus tarifas para compensar los costos adicionales en mantenimiento, servicios y personal. Eso se traduce en que los turistas pagarán más por las mismas habitaciones y servicios que el año pasado, dijo.
El reporte económico indica que, en los últimos 12 meses, el precio de boletos de avión, autobús y gasolina se mantuvieron al alza, por ello, el transporte elevó sus tarifas. De la misma forma, restaurantes, tiendas de conveniencia y servicios alimenticios incrementaron sus costos de un 14 hasta en un 19 por ciento, dependiendo de algunos puntos turísticos, debido al incremento en alimentos y bebidas que fluctuó al alza, sostuvo.
En el caso de Yucatán, las tarifas hoteleras en zonas de playa, alquileres a través de plataformas y la renta de casas veraniegas aumentó en 12 meses, en algunos casos hasta un 70%, lo que repercute de manera directa en el bolsillo de los turistas, tanto nacionales, como extranjeros.







