Opinión

Infidelidad: todos estamos expuestos

Constelaciones lectoras por Rosely E. Quijano León.

¿Es la infidelidad un tema que nunca pasa de moda? Al parecer sí, ni en la literatura ni en la vida real. Lo que está cambiando son las formas en que esa indescriptible seducción de lo prohibido está siendo cada vez más expuesta gracias a la tecnología y las redes sociales que desdibujan más la delgada línea entre lo público y lo privado.

En una cantidad infinita de libros asoma el tema como leimotiv o como telón de fondo. En el siglo XIX las mujeres adúlteras fueron las más expuestas y condenadas; querían moralizarlas a través de la novela, el género literario que despegó en ese siglo y cuyas mujeres fueron el público lector más asiduo a él.

A la trágica Ana Karenina de León Tolstoi un solo gesto de sobresalto cuando ve caer al joven Vronsky, su amante, durante una carrera de caballos la delata y la condena.

Toda mujer infiel termina trágicamente en estas novelas decimonónicas mientras ¿qué pasaba con los hombres infieles?, nada. “Madame Bovary” de Flaubert; “El amante de Lady Chatterley” de D. H. Lawrence, y muchas más han sido incluso llevadas a la pantalla grande, porque las infidelidades son historias que venden.

El libro “Amores adúlteros”, de Beatriz Rivas y Federico Traeger, es un best seller cuyo tema principal es el adulterio. Con varias reediciones se ha vuelto una lectura seductora porque deja entrar a los lectores a las pláticas, los chats, las llamadas telefónicas y todo lo que sucede en la intimidad clandestina de esta pareja siempre al borde del abismo y la culpa.

Otra novela donde se expone la infidelidad es “Las horas furtivas” de Mauricio Carrera, a través de una serie de fragmentos de citas, tuits, whatsapps, reflexiones, cartas y más, se asoma esta relación pasional donde el peligro y el arrepentimiento siempre están presente. Nos muestra la debilidad de las pasiones humanas y el destino implacable al que no pueden evadir.

Pero es en la novela de Javier Marías “Mañana en la batalla piensa en mí” donde se muestra la devastación de una infidelidad, donde se narra lo que ocurre alrededor de todos los que involuntariamente están implicados. Es básicamente la anatomía de un engaño y los daños colaterales que provoca.

La historia principal no es la pasión, porque incluso inicia con la muerte intempestiva de uno de los amantes, sino la mentira y cómo hombres y mujeres por igual pueden ocultar una faceta o una doble vida, sin el menor reparo.

En “La vegetariana” de la premio Nobel Han Kang hay una escena desgarradora donde la hermana descubre la infidelidad de su marido que, sin ser el tema principal de la novela, nos deja ver la otra cara de la infidelidad, la del dolor y el sufrimiento de la persona engañada. Lo que casi nadie ve o de lo que casi nadie habla. 

Con toda la inmediatez en la que vivimos hoy en día, y la alta exposición a la que nosotros mismos nos ponemos con las redes sociales, es hasta cierto punto normal que hoy sean más visibles las infidelidades, tanto de hombres como de mujeres: programas de televisión, reality shows, series, películas, memes, podcasts; hoy la audiencia consume desmedidamente estas historias y más si son de personajes famosos o populares.

Imaginen a una Ana Karenina en estos tiempos expuesta su reacción con la que se delata ante su esposo, convertida en meme o en un video viral. La traición en una pareja al fin y al cabo sigue siendo la misma que siglos atrás.

En esta época desde la pantalla de un celular nos erigimos como jueces, nos burlamos y compartimos esta exposición de la vida privada y de la decisión moral y ética de los demás, sin reparos.

Tal vez en este siglo estemos ante la extinción del matrimonio y la monogamia, y del “hasta que la muerte nos separe”. Finalmente es un contrato, ya en Jalisco, por ejemplo, existe una iniciativa en el Congreso para matrimonios temporales, de 2 a 5 años, que puedes renovar o dar por finalizado.

Con eso se evitaría el engorroso trámite del divorcio y probablemente las parejas vivirían más felices y comprometidas con la relación; la infidelidad perdería tal vez su seducción y dejaría de ser tan novedosa.

En lo que eso sucede, o no, recordemos que hoy todos estamos expuestos a la infidelidad. No importa del lado que nos toque estar, incluso como simples espectadores; la infidelidad seduce, sí, pero sus estragos son dolorosos mucho más cuando se hacen tan públicos.

Algunos de estos libros que les he comentado nos abren la puerta de esa intimidad prohibida para descubrir que existe un lado no tan seductor de las infidelidades.

Artículos Relacionados

Te puede interesar
Close
Back to top button