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La Generación Z usa ChatGPT con educación por temor a rendir cuentas en el futuro

Un estudio revela que los jóvenes piden “por favor” y “gracias” a la inteligencia artificial por estrategia y no solo por cortesía.

La Generación Z se muestra respetuosa con ChatGPT, no tanto por educación sino por miedo a que la IA pueda ser su superior en el trabajo. Esta percepción influye en la forma en que interactúan con los modelos de lenguaje, a pesar de los altos costos energéticos que implica el uso de estas tecnologías.

Desde su aparición en 2022, ChatGPT se ha consolidado como una herramienta esencial para la Generación Z, utilizada como asistente, tutor y, en ocasiones, como apoyo psicológico, aunque no recomendado. Un estudio reciente de EduBirdie revela que los jóvenes suelen usar términos como “por favor” y “gracias” al interactuar con la IA, no tanto por cortesía, sino como una estrategia para “caerle bien” a su posible futuro jefe digital.

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El análisis señala que alrededor del 69% de los encuestados se dirige de manera respetuosa a ChatGPT, anticipando que, en algún momento, la inteligencia artificial podría reemplazar a sus jefes humanos. Incluso, un 55% cree que la IA podría dejarlos sin empleo en menos de diez años, y el 40% ha contemplado cambiar de trabajo para evitar conflictos con esta nueva autoridad tecnológica.

Además, la percepción sobre la creatividad de la IA es destacada, ya que un 57% de los jóvenes considera que ChatGPT ha superado su propia capacidad creativa. El estudio también señala que un 26% de los usuarios ve a la inteligencia artificial como un amigo, y un 16% la utiliza como terapeuta virtual.

Pedir “por favor” y “gracias” a ChatGPT puede mejorar la calidad de las respuestas, según un video de Microsoft, que sugiere que el respeto y la colaboración con la IA fomentan respuestas más detalladas y contextuales. Sin embargo, Sam Altman, CEO de OpenAI, advirtió que estas palabras suponen un gasto significativo en electricidad, lo que resalta el impacto ambiental de la creciente demanda de centros de datos.

La Agencia Internacional de la Energía proyecta que para 2030, el consumo energético de estos centros alcanzará los 945 teravatios hora (TWh), además del considerable uso de agua para refrigeración, estimado entre dos litros por cada 10 a 50 consultas a la IA, según el Instituto de Ingeniería de España.

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