
No sé por qué se habrá hecho tan viral la declaración de la influencer María Pombo de que no a todos les tiene que gustar leer y que los que leen no son mejores que los que no. La influencer de moda y estilos de vida no está diciendo nada nuevo, varios teóricos y estudiosos de la lectura ya lo han dicho infinidad de veces, sólo que ella y sus seguidores no los han leído porque ese no es su tema, ni están obligados a leerlos.
Si bien per se la lectura no hace mejor a nadie, ni nadie es mejor porque es lector, y hay miles de casos para ejemplificarlo, pero el más común es el de Hitler que fue un hombre erudito y un gran lector, y así la lista para ejemplificar sería bastante larga.
Nadie se hace mejor persona leyendo, porque la lectura lo que nos brinda a los lectores es ampliarnos la visión y el horizonte del mundo, a iluminarnos en la penumbra y vivir varias vidas bajo una misma piel, conocer otras formas de pensar y mirar la realidad desde diferentes ventanas, lo que el lector haga con todo eso tiene que ver con lo que lleva dentro, con lo que es y quiere hacer. Aunque hay libros que pueden convertirse en mantras y también algunos que sí pueden transformar nuestra forma de pensar, de ser y actuar, de eso, no hay duda.
La discusión no es estéril, solo que apenas llega, bastante tarde, a las comunidades de TikTok, convirtiéndose más bien en un afán de diferenciar, de marcar una separación entre los influencer de contenidos más “banales” contra los que recomiendan o hablan de libros; la vieja rivalidad desde que apareció la imprenta y leer se convirtió en un rasgo distintivo de las clases privilegiadas, tener libros daba estatus social.
Pero siguiendo en el mundo digital ¿hay realmente algún diferenciador? ¿Son mejores los influencer que hablan de libros que los que no? La misma discusión de Lectores vs. No Lectores mudó al mundo digital, eso es todo.
Pero ahí dentro del mundo virtual del TikTok también surgen opiniones interesantes. En la cuenta de Pérgamo (la librería más antigua de Madrid), comparten un video donde un librero joven opina sobre la polémica: “Leer no nos hace necesariamente más valientes. Pero sí nos hace conocer nuestros miedos e inseguridades. No nos hace mejores personas, pero sí nos hace ser más conscientes de nuestras bondades y de nuestras miserias. Pero en los libros nos damos cuenta de que el mundo afortunadamente es mucho más complejo del que pensamos”.
Afuera de la burbuja virtual de las redes sociales hay muchos libros que abordan este tema, pero que pocos leen. Tuve la fortuna de publicar un ensayo titulado “Ángeles y demonios de la lectura” en la Antología “Leer o no leer. ¡Esa es la ilusión!” de la editorial Fondo Blanco, junto a varios especialistas en el tema de la lectura donde reflexionamos sobre esta polémica más a fondo. Se las recomiendo.
La verdad es que desde hace muchos años el tema de los lectores me ha interesado y apasionado. En la práctica puedo decir que he visto a personas que nunca habían leído un libro enamorarse de la lectura y convertirse en lectores de por vida, y a muchos otros leer ocasionalmente y no sentirse lectores y ser estupendas personas.
En la lectura no todo es un oasis de felicidad, pues como dice Luna Miguel en su libro “Leer mata” también hay que “hablar de cómo leer no nos ayuda a sobrevivir. No sobrevivimos. En todo caso, sobrellevamos la idea de nuestra desaparición. Leer no me cura. Tampoco me previene. Leer es un modo de no estar. Desaparezco”.
Ser lector o no serlo, ese no es el dilema. Mejores personas son las que realizan actos de bondad hacia los humanos y los animales, los que ayudan y se solidarizan con otros. Si leen o no eso qué importa. No obstante, sostendré siempre que ser lectora en mi experiencia de vida ha sido mucho mejor que no serlo.