Ludopatía en Yucatán preocupa a especialistas: aumenta en jóvenes y adolescentes
Grupos de apoyo y profesionales de la salud mental alertan sobre el crecimiento de la adicción al juego en el estado, impulsada por apuestas digitales y falta de estadísticas actualizadas.

La ludopatía comienza a consolidarse como un problema de salud pública en Yucatán, afectando no solo a personas adultas, sino también a adolescentes y familias completas. Representantes de grupos de autoayuda y especialistas en salud mental alertan sobre el crecimiento de esta adicción y destacan la necesidad de fortalecer la prevención, generar estadísticas confiables y brindar atención oportuna.
De acuerdo con especialistas de Jugadores Anónimos “Vuelve a Vivir” Mérida, alrededor del 2% de la población estaría afectada por esta conducta compulsiva, con un impacto comparable al del alcoholismo o la dependencia a drogas. Subrayan que el primer paso es contar con información confiable, identificar señales tempranas y promover estrategias de intervención, especialmente en jóvenes, quienes son los más vulnerables.
El psiquiatra Arsenio Rosado recordó que la última encuesta nacional sobre salud psiquiátrica data de 2003, y que actualmente se realiza un nuevo estudio a cargo del Instituto Nacional de Salud Pública y el Instituto Nacional de Psiquiatría. Advirtió que la falta de datos actualizados dificulta la creación de políticas públicas eficaces y retrasa la detección temprana, lo que puede derivar en aislamiento social, desesperanza e incluso riesgo de suicidio.
Los grupos de apoyo reportan un incremento de casos en menores de 25 años, impulsado por el auge de los juegos en línea. Jacqueline Vázquez, coordinadora de Gama Non, explicó que cada vez es más común atender a adolescentes de entre 11 y 13 años que ya destinan dinero a apuestas digitales dentro de videojuegos, fenómeno que antes se veía principalmente en adultos.
Los especialistas advierten que la ludopatía suele permanecer oculta hasta que se vuelve insostenible, por lo que llaman a derribar estigmas y fomentar que quienes la padecen busquen apoyo profesional y comunitario. Subrayan que la atención debe considerar también a las familias, que son pieza clave en el proceso de recuperación.
Coincidieron en que la combinación de prevención, detección temprana y acompañamiento psicológico es fundamental para mitigar las consecuencias sociales, emocionales y económicas de la adicción al juego, así como para reducir el riesgo de que se convierta en una problemática de mayor magnitud en el estado.