Netanyahu reafirma ofensiva en Ciudad de Gaza pese a alertas de la ONU sobre crisis humanitaria y condena mundial
En una conferencia de prensa dirigida a medios internacionales, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, defendió la inminente toma militar de la Ciudad de Gaza como la forma “más rápida” de acabar con la guerra y derrotar a Hamas.
La decisión, aprobada por el gabinete de seguridad israelí, busca también rescatar a los rehenes retenidos en el enclave. Sin embargo, Naciones Unidas y numerosos países, entre ellos Reino Unido, Rusia, China y Francia, han advertido que la medida podría desencadenar otra catástrofe humanitaria, agravando el hambre y el desplazamiento forzado de la población.
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Miroslav Jenča, alto funcionario de la ONU, alertó que el plan tendría repercusiones regionales y aumentaría el sufrimiento de los gazatíes, mientras Ramesh Rajasingham, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, denunció que la situación ya ha pasado de crisis de hambre a “hambruna pura y simple”, con casi un centenar de niños muertos por desnutrición aguda desde octubre de 2023. Pese a las advertencias, Netanyahu asegura que no existe una crisis de hambruna en Gaza y responsabiliza a Hamas por la escasez de alimentos, acusándolo de desviar la ayuda humanitaria.
La comunidad internacional intensifica las protestas y las críticas contra Israel, con manifestaciones masivas en ciudades como Sídney y Londres, mientras en Israel crece la presión interna por parte de las familias de rehenes, que han convocado a una huelga general. El plan militar acercaría a Israel a la ocupación total de Gaza, controlando ya el 75% del territorio, aunque analistas sostienen que la estrategia podría responder más a intereses políticos internos de Netanyahu que a una planificación militar efectiva.
