Opinión

No hice mi maestría a tiempo… y menos mal

IMPACTO EN LOS NEGOCIOS - Mario Elsner

Estudié contabilidad y la verdad, nunca me encantó,pero en mi casa, como en muchas, era común que el papá quisiera tener un hijo abogado, otro doctor, y uno contador. A mí me tocó el de los números y lo hice, no por pasión, sino por responsabilidad.

Cuando salí de la universidad, sabía que no quería dedicarme a eso toda la vida, pero tampoco tenía claro qué quería, lo único que sí tenía claro, es que no tenía dinero para una maestría así que me puse a trabajar. Empecé desde abajo, almacén, calle, clientes, camioneta, vendiendo, aprendiendo, equivocándome, conociendo el negocio desde el piso, no desde una oficina.

Y aunque durante mucho tiempo sentí que iba tarde porque no tenía una maestría, con el tiempo entendí que todo eso que viví era justo lo que me estaba preparando. La oportunidad de estudiar llegó años después, ya con algo de experiencia, con otras preocupaciones y decidí hacerlo en la Anáhuac Mayab, en Mérida.

No fui por el papel, fui porque quería ordenar lo aprendido, ponerlo a prueba y crecer con otros; fue justo eso lo que encontré. Ahí conocí a personas con mucho qué aportar y sin darme cuenta, también yo tenía algo que decir.

No desde la teoría, sino desde lo vivido. Mi experiencia en ventas, lo que aprendí manejando gente, los errores que cometí sin saber, los aciertos por intuición… todo eso empezó a tener sentido en ese entorno y lo más valioso fue que no era un salón de clases, era un espacio de conversación real. Como buen equipo, cada uno traía lo suyo y todos crecíamos con eso.

Más adelante, ya con 40 años de edad, hice otro programa, un diplomado en e-commerce, en la Anáhuac de la CDMX, y otra vez me pasó igual. Compañeros más jóvenes, con ideas frescas, con experiencia distinta y yo, ya más grande, pero con cosas que también servían, se armó equipo otra vez y volví a aprender. Por eso hoy, cuando me preguntan si vale la pena hacer una maestría, yo contesto que sí, pero con una condición: hazla cuando tengas algo que decir.

No corras a estudiar solo por llenar el currículum, hazlo cuando tengas calle, cuando ya viviste, cuando la teoría te sirva para entender lo que ya viviste… y no solo para repetir lo que dice el libro. No hice mi maestría a tiempo y menos mal, porque cuando llegó el momento, pude vivirla distinto, aportar, escuchar, conectar y crecer, no desde la urgencia… sino desde la experiencia.Si estás pensando en estudiar, no te presiones por seguir el camino perfecto, cada quien tiene su propio ritmo. Lo importante no es cuándo estudies, sino que cuando lo hagas… estés listo para dar y recibir, porque estudiar no es acumular títulos, es construir algo con otros.

Soy Mario Elsner. “Te acompaño al siguiente nivel de los negocios”.

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