Novak Djokovic no jugará el Masters 1000 de Cincinnati
u renuncia a Cincinnati no es una retirada; es una jugada fría, pensada, de alguien que no corre tras los puntos, sino tras la historia.
Novak Djokovic ha confirmado su baja del Masters 1000 de Cincinnati, una decisión que marca un giro estratégico en su preparación de cara al último Grand Slam del año. El serbio, actual número uno del mundo, anunció que no participará en el torneo que arranca este mes en Ohio, alegando motivos de recuperación física y ajuste de calendario tras una exigente temporada en el circuito.
Su ausencia no pasa desapercibida. Cincinnati, uno de los torneos más prestigiosos de la gira norteamericana sobre pista dura, servía históricamente como antesala ideal al US Open. Sin embargo, Djokovic parece haber optado por priorizar su estado físico tras una campaña que incluyó intensos duelos en Roland Garros y Wimbledon. A sus 38 años, cada decisión cuenta, y esta renuncia revela una gestión cuidadosa del desgaste acumulado.
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Con esta baja, el cuadro masculino del Masters pierde a uno de sus protagonistas más esperados, abriendo el camino para nombres como Carlos Alcaraz, Jannik Sinner y Daniil Medvedev, quienes buscarán capitalizar la ausencia del máximo ganador de Grand Slams en la historia. Para los fanáticos, también representa una pausa en la rivalidad que ha mantenido viva la emoción del circuito ATP.
Djokovic apunta todo a Nueva York. Su renuncia a Cincinnati no es una retirada; es una jugada fría, pensada, de alguien que no corre tras los puntos, sino tras la historia. Si bien su ausencia dejará un vacío en el torneo, el mundo del tenis ya mira hacia el Arthur Ashe Stadium, donde el serbio volverá a la carga, descansado y con la mirada fija en otro trofeo.
