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Ozzy Osbourne: las batallas de salud tras la leyenda

Ozzy Osbourne falleció este 22 de julio a los 76 años tras enfrentar años de problemas de salud; deja un legado inmortal en la historia del rock.

El “Príncipe de las Tinieblas” falleció a los 76 años tras años de complicaciones médicas y una despedida conmovedora en Birmingham

Parkinson, cirugías, accidentes y recaídas marcaron sus últimos años fuera del escenario

Ozzy Osbourne, ícono del rock y excantante de Black Sabbath, falleció este martes a los 76 años, dejando tras de sí no solo un legado musical imborrable, sino también una historia marcada por la resiliencia frente a múltiples batallas de salud. En las últimas décadas, el llamado “Príncipe de las Tinieblas” enfrentó complicaciones médicas que lo alejaron de los escenarios, pero nunca apagaron su espíritu ni su amor por la música.

Accidentes graves y diagnóstico de Parkinson

Una de sus primeras crisis de salud graves ocurrió en 2003, cuando sufrió un accidente en cuatrimoto en su residencia de Buckinghamshire. El incidente le provocó fracturas en la clavícula, seis costillas y una hemorragia pulmonar, requiriendo cirugía urgente. Aunque estaba en plena promoción de un dueto con su hija Kelly, Ozzy regresó a los escenarios tras recuperarse.

En 2019, volvió a ser hospitalizado tras una caída en su casa, que desplazó las varillas metálicas que le habían colocado en la espalda años antes. La cirugía posterior dejó secuelas que afectaron seriamente su movilidad. Ese mismo año, le diagnosticaron Parkinson tipo Parkin 2, una variante que no es mortal pero genera dolor nervioso, entumecimiento, problemas de circulación y episodios depresivos.

“Hay días buenos y malos”, dijo su esposa Sharon en el programa Good Morning America en 2020. “Ozzy está en tratamiento con múltiples medicamentos”, añadió. Por su parte, el músico confesó que sentía frío constante en las piernas y entumecimiento en un brazo.

Cirugías, cancelaciones y desgaste físico

La salud de Osbourne continuó deteriorándose en los años siguientes. Una neumonía en 2019 lo obligó a cancelar varias fechas de su gira No More Tours II, y en 2023, anunció que se sometería a su cuarta y última cirugía. “Mi cuerpo ya no puede soportar más. Subir escaleras es como llevar botas de buceo”, declaró con brutal honestidad.

Además de sus padecimientos físicos, Ozzy habló abiertamente sobre su dislexia y trastorno por déficit de atención (TDAH), condiciones que lo acompañaron desde joven. Para compensar, solía cargar una grabadora en la que registraba ideas musicales espontáneas.

Recaídas y su último adiós

Aunque se había comprometido con la sobriedad, en 2024 reconoció que aún luchaba con el alcohol y las drogas, un conflicto que inició en los años 70. “Mi tolerancia desapareció, pero cuando bebo, vuelvo a buscar drogas”, admitió. Su esposa Sharon fue clave en su apoyo y cuidado durante sus momentos más frágiles.

El pasado 6 de julio, Osbourne ofreció su último concierto en Birmingham, su ciudad natal. Debido a su movilidad reducida, apareció en un trono elevado en una plataforma oculta, desde donde interpretó temas como Carmina Burana, I Don’t Know y Suicide Solution. Visiblemente conmovido, agradeció al público por el cariño: “Estuve en cama durante seis años… gracias de todo corazón”. Cerró la noche con un emotivo Mama, I’m Coming Home.

La industria musical despide hoy a una leyenda que, pese a los excesos, el dolor y las caídas, nunca renunció a su esencia ni a su música. Ozzy Osbourne se va, pero su sombra y su voz seguirán resonando eternamente en el rock.

René Herrera

Con formación en Relaciones Internacionales por la UQROO Campus Chetumal, combino mi interés por los temas globales y virales con la creación de contenido dinámico. Apasionado por la música, las series y el entretenimiento.

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