
Al revelar que el Anillo de Cenotes de Yucatán, una de las principales reservas de agua de la región y crucial para el ecosistema peninsular, enfrenta una crisis de contaminación que amenaza tanto la salud pública como el medio ambiente, el representante de la Contraloría Autónoma del Agua de Yucatán, Cuauhtémoc Jacobo Femat, informó los niveles alarmantes de mercurio y arsénico en la sangre y leche materna de los habitantes de la zona, además de casos de cánceres de piel, cérvico uterino y de mama.
Se estima que el 70 por ciento de los cenotes en la región contienen residuos de desechos domésticos e industriales, incluyendo metales pesados como el mercurio, además de pesticidas que superan los límites permitidos por normas internacionales.
Ante este panorama, Jacobo Femat propone declarar el Anillo de Cenotes como zona de alta vulnerabilidad y plantea reestructurar la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay) para convertirla en una Comisión Estatal del Agua, que permitiría una gestión más adecuada y estable del recurso hídrico, limitando la interferencia de los cambios administrativos que ocurren cada tres años.
El deterioro del acuífero también implica riesgos a largo plazo, pues el avance del mar en el territorio, proyectado en hasta 20 kilómetros tierra adentro para 2050, podría reducir aún más el acceso a agua potable en Yucatán.
Darcet Salazar