¿Quién inventó las papas fritas? Bélgica, Francia y EE.UU. disputan su origen
Aunque se conocen mundialmente como “papas a la francesa”, la historia de este popular platillo apunta más a Bélgica como su cuna, con versiones que también dan crédito a Francia.

Las papas fritas, consumidas en todo el mundo como guarnición o platillo principal, tienen un origen discutido entre Bélgica y Francia. A pesar del nombre que se les atribuye en inglés, investigaciones históricas señalan que su nacimiento podría situarse en Namur, Bélgica, aunque no sin polémica.
Un platillo, muchas banderas
Las papas fritas han conquistado las mesas del mundo: desde el clásico fish and chips en Reino Unido, hasta la poutine canadiense, pasando por las porciones gigantes en Estados Unidos. Pero ¿quién puede decir que las inventó? Aunque Francia ha dado al mundo delicias como la baguette y el croissant, las papas fritas podrían tener un origen belga.
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Albert Verdeyen, chef y autor del libro Carrément Frites, sostiene que las papas fritas nacieron en Bélgica, concretamente en la ciudad de Namur, durante un invierno de 1680, cuando los pescadores, al no poder acceder al pescado debido al río congelado, frieron papas como sustituto.
La teoría también sugiere que soldados estadounidenses estacionados en regiones francófonas durante la Primera Guerra Mundial las bautizaron erróneamente como French fries al no distinguir entre lengua y nacionalidad.
¿Francesas de verdad? Otra versión histórica
Sin embargo, el historiador culinario Pierre Leclercq pone en duda esta versión. Según su investigación, las papas llegaron a la región belga hasta 1735, y no era común que los sectores populares usaran grasa —un recurso caro— para freír. Además, se refiere a París como otro posible origen, con registros del siglo XVIII que hablan de papas vendidas fritas en carritos sobre el puente Pont Neuf.
Leclercq afirma que el primer documento que menciona las papas fritas como hoy las conocemos, con doble fritura, aparece recién en el siglo XX, en una guía belga de economía doméstica. Para él, esto no confirma del todo el origen belga.
Más allá del origen: el impacto cultural de las papas fritas
Hoy, la batalla por su origen pasa a segundo plano frente a su impacto global. Estados Unidos lidera el consumo, con más de 13 kilos per cápita al año. Canadá las elevó a símbolo nacional con su famoso poutine, mientras que Inglaterra las convirtió en base del tradicional fish and chips.
En Bélgica, las papas fritas se consideran una comida completa. Hechas con papas bintje y fritas en sebo de res, se sirven en conos de papel con mayonesa. El país incluso busca que la Unesco reconozca esta preparación como Patrimonio Cultural.