Rafaela Can, partera tradicional que ha recibido en sus manos a más de 700 bebés

En más de 40 años doña Rafaela Can Aké, quien es partera y médica tradicional yucateca, ha recibido a 715 bebés y hoy la lucha de las parteras tradicionales es por poder acompañar a sus pacientes a la hora del parto en los hospitales públicos, como son los del IMSS o del gobierno estatal.
La especialista es originaria de Chumbec, comisaría de Sudzal, Yucatán, y empezó a capacitarse en 1979 en la partería tradicional y el lunes pasado llegó al bebé número 715 que recibe en sus manos, manos que dan vida.
“Ya en 1980 me capacitaron por la Secretaría de Salud, sin saber leer ni escribir y solo hablaba maya, pero lo aprendí, y ya hasta le recibí dos bebés al primer bebé que traje a este mundo”, expuso.
Dijo que actualmente hay algunos hospitales privados como el CEM que sí les permiten entrar a los partos, pero otros como los del IMSS o el Centro de Salud en Yucatán no les permiten el ingreso, y es parte de la lucha que hoy día mantienen para que permanezca el vínculo entre la mamá y el bebé.
“Estamos luchando con las doctoras del Centro de Salud, del IMSS, para que se nos permita entrar a hospitales del gobierno, seguro social, el materno, porque nosotros llevamos más tiempo con las mamás, las tocamos cada mes, tocamos al bebé y luego cuando vas allá te dicen que si no eres familia no entras”, indicó.

Expuso que lo que sí se puede es llevar a cabo el parto en casa de las mamás, lo que no es posible en otras entidades, pero hay que estar registradas en la Secretaría de Salud que les proporciona unas hojas para entregar a las mamás cuando nazcan los bebés.
“Pero debes estar registrada con la Secretaría de Salud para cuando nazca el bebé; hace como 11 años las parteras manejábamos la hoja del certificado del bebé nacido vivo, pero como hubo robos de bebés se le quitó a las parteras y ahora nos dan uno foliado que ponemos la huella del bebé, se lo damos a la mamá, ellas lo entregan y les dan el certificado del bebé”, expuso.
Dijo que la demanda de las parteras y de las mujeres que deciden traer a sus bebés por parte tradicional es sus casas o en clínica privada ha crecido mucho, tanto que ella tiene mucho más trabajo en Mérida que en su localidad.
“Hay mucho trabajo aquí en Mérida, yo doy consultas en una clínica en Mérida y los viernes vengo a atender a mis embarazadas”, dijo.
De los médicos ha aprendido mucho, expuso, como del doctor Gonzalo Cárdenas Lugo que le enseñó a suturar, porque las mujeres algunas veces se desgarran.
“Me enseñó a suturar, porque de antes cuando nazca el bebé lo traía a suturar y me enseñó y me dio mis agujas y aprendí, y ahora ya no llevo a ninguna mujer que se me desgarra al hospital, yo lo hago todo y somos muy buscadas, mi hija es sobadora y mi nuera partera”, mencionó.
Agregó que la demanda de este tipo de partos aumentó sobre todo con la pandemia de Covid-19, porque las mujeres tenían temor de parir en los hospitales.
Cuando las parteras pueden ingresar a las salas de parto es muy importante, porque se ayuda al médico.
“En el parto ayudo a la mamá, porque cuando yo ya la traiga en el hospital el doctor es el que recibe e parto y yo ayudo con masajes en la espalda, le traigo su té, y el doctor me permite hacer todo mi trabajo, ayudo a acomodar al bebé y yo digo que sí aprenden de mi y yo de ellos”, señaló.
Finalmente, dijo que además del parto tradicional en el que es especialista desde hace más de 40 años, también está capacitada en el parto en agua, y cuando apenas se recibe al babé se le pone en el pecho a la madre y se mantiene el vínculo, de piel a piel, esperamos que salga la placenta y para poder cortar.