Rusia intensifica ataques contra Ucrania en respuesta a la incursión aérea


La madrugada de este viernes, diversas regiones de Ucrania fueron blanco de un extenso bombardeo coordinado con drones y misiles, en lo que autoridades ucranianas calificaron como uno de los ataques más intensos desde el inicio del conflicto. Las ofensivas, que afectaron a la capital, Kyiv, así como a las regiones de Lutsk y Ternópil, se produjeron días después de una operación aérea ucraniana que alcanzó objetivos estratégicos dentro de territorio ruso.
Según confirmó el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, al menos tres trabajadores del Servicio Estatal de Emergencias perdieron la vida, mientras que 49 personas resultaron heridas. Desde Moscú, el Ministerio de Defensa declaró que la acción fue una represalia a “actos terroristas del régimen de Kyiv“, señalando que se trató de un ataque de precisión contra instalaciones militares.
El ataque, que incluyó el despliegue de más de 400 drones, así como decenas de misiles de diferentes tipos, generó alarma en múltiples ciudades ucranianas. En Kyiv, las defensas antiaéreas activaron sus sistemas mientras miles de civiles buscaron resguardo en refugios subterráneos. La red de transporte público también se vio afectada por los daños en las vías del metro.


Fuentes militares ucranianas reportaron la interceptación de aproximadamente 200 drones y 30 misiles. Aun así, se reportaron numerosos impactos que provocaron incendios, daños estructurales y cortes de electricidad en varias zonas.
Desde la región de Ternópil, autoridades locales calificaron el ataque como “el más masivo” en su territorio hasta ahora. En esa zona, así como en Lutsk, se reportaron heridos y daños en infraestructura civil y edificios gubernamentales.
El bombardeo ruso se produce tras una ofensiva aérea ucraniana, conocida como “Operación Telaraña”, lanzada el domingo anterior. De acuerdo con fuentes oficiales en Kyiv, esta operación involucró más de un centenar de drones que alcanzaron bases militares rusas, dañando parte del arsenal aéreo estratégico.
Por su parte, el Kremlin informó que derribó 174 drones ucranianos en varias regiones rusas y en Crimea, además de interceptar misiles antibuque sobre el Mar Negro.
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Mientras la violencia escala, los esfuerzos diplomáticos siguen estancados. Las últimas negociaciones, celebradas a principios de junio en Estambul, no arrojaron resultados concretos. Ucrania demandó un cese al fuego total, mientras que Rusia ofreció pausas temporales en ciertas zonas del frente sin comprometerse a un alto el fuego duradero.
Las declaraciones más recientes del presidente estadounidense Donald Trump, quien mantiene comunicación directa con Vladimir Putin, sugieren que Moscú ya había advertido sobre una posible respuesta militar a los ataques ucranianos.
En redes sociales, Zelensky instó a la comunidad internacional a no permanecer pasiva. Según expresó, prolongar la guerra equivale a asumir parte de la responsabilidad por sus consecuencias.