Tamales: la tradición mexicana que celebra historia y sabor
Un platillo ancestral elaborado con maíz que representa identidad, cultura y diversidad gastronómica en México

El tamal, un alimento con raíces prehispánicas, ha evolucionado a lo largo de los siglos hasta convertirse en uno de los platillos más emblemáticos de México. Con cientos de recetas y variantes, su preparación es un reflejo de la riqueza cultural y la producción de maíz del país.
El consumo anual de maíz en México alcanza los 335 kg por persona, siendo los tamales uno de los platillos más populares elaborados con este grano. Su historia se remonta a tiempos prehispánicos, cuando los tamales eran preparados para grandes celebraciones, como rituales de agradecimiento a la tierra, eventos sociales y ofrendas para los difuntos. Originalmente, estos tamales tenían una textura firme y se elaboraban con ingredientes como calabaza, chile y maíz, todos ellos nativos del territorio mexicano.
El popular dicho “dar atole con el dedo” tiene orígenes aztecas: en tiempos de sequía, se calmaba la ansiedad de la población ofreciendo atole y tamales. Tras la Conquista, este platillo fue incorporando ingredientes europeos, como la manteca y la carne de cerdo, que transformaron su sabor y presentación hasta lo que conocemos hoy.
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El tamal es un alimento hecho a base de masa de maíz rellena con una variedad amplia de ingredientes, envuelta en hojas vegetales de maíz, plátano, carrizo, chilaca o papatla para su cocción. Entre sus rellenos más comunes están semillas de huauzontle, frijoles con rajas, carnes de cerdo o pollo en salsas variadas, así como opciones vegetarianas con zanahoria, papa, chícharos y huevo cocido. También existen tamales dulces, con sabores como piña con rompope, piñón con biznaga y dulce de cacahuate, entre otros.
En México se cuentan cerca de 500 recetas tradicionales de tamales, que se multiplican hasta 3,000 o 4,000 variaciones según las costumbres regionales y familiares, mostrando la creatividad y diversidad gastronómica del país.
Para su elaboración, se utiliza una porción importante de la producción nacional de maíz, que anualmente supera las 27 millones de toneladas. Los estados con mayor cosecha son Sinaloa, Jalisco y Michoacán, siendo el periodo de mayor producción entre noviembre y enero, con un segundo ciclo entre mayo y julio.
México es el octavo productor mundial de maíz y el país que domesticó este grano por primera vez, conservando 64 razas diferentes, un patrimonio agrícola fundamental para la cultura y la cocina nacional.