Tensión en Abu Dabi: Washington Celebra Acuerdo de Paz Inminente mientras Zelensky Pide Cautela ante Nuevos Bombardeos
Funcionarios de EE.UU. aseguran que el pacto para detener la guerra está casi listo, pero Kiev y sus aliados europeos buscan blindar los términos finales frente a las exigencias rusas.
El tablero geopolítico mundial tiene los ojos puestos en Abu Dabi este martes. En medio de un hermetismo diplomático y declaraciones cruzadas, se define el posible final del conflicto armado en Europa del Este. Mientras la administración estadounidense, liderada por el equipo de Donald Trump, proyecta un optimismo casi definitivo sobre un acuerdo de paz, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, mantiene el freno de mano puesto, advirtiendo que la realidad es mucho más compleja de lo que sugieren los “detalles menores” mencionados por Washington.
La presencia del secretario del Ejército de EE.UU., Dan Driscoll, en los Emiratos Árabes Unidos para mediar entre las delegaciones rusas y ucranianas ha acelerado los rumores de un desenlace. Sin embargo, la discrepancia en los discursos oficiales revela que, aunque el fin de la guerra podría estar cerca, la forma en que se alcanzará sigue siendo motivo de intensa disputa.
Optimismo en Washington vs. Prudencia en Kiev
La narrativa estadounidense es clara: Ucrania ha aceptado la propuesta. Un alto funcionario cercano a las negociaciones declaró tajantemente que “los ucranianos han aceptado el acuerdo de paz” y que solo restan resolver cuestiones técnicas. Esta afirmación busca proyectar una victoria diplomática rápida para la administración Trump.
No obstante, desde Kiev, la lectura es distinta. Rustem Umerov, secretario de seguridad nacional de Ucrania, matizó que existe un “entendimiento común sobre los términos centrales” discutidos previamente en Ginebra, pero evitó confirmar un cierre total. Zelensky, utilizando sus redes sociales, reconoció “resultados sólidos” y “muchas perspectivas”, pero insistió en que “queda mucho trabajo por delante”. La estrategia ucraniana parece enfocarse en no ceder prematuramente ante la presión de cerrar el capítulo sin garantías de seguridad robustas a largo plazo.
El Contrapeso Europeo: La “Coalición de los Dispuestos”
Un actor clave en esta ecuación es Europa. Ante el temor de que el plan original de 28 puntos fuera excesivamente favorable a los intereses del Kremlin, los aliados europeos presentaron el lunes una contrapropuesta estratégica. Este movimiento busca eliminar disposiciones que podrían comprometer la soberanía ucraniana a futuro.
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El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, lideran la llamada “Coalición de los Dispuestos”. Ambos mandatarios tienen programada una conversación crucial este martes para alinear posturas y asegurar que cualquier acuerdo final cuente con el respaldo del bloque, evitando que Ucrania quede aislada en una negociación bilateral dominada por las superpotencias. Zelensky ha confirmado que cuenta con el apoyo de estos socios para los “próximos pasos”, lo que sugiere que la firma no se dará sin el visto bueno de Londres y París.
La Sombra de Alaska y las Líneas Rojas de Moscú
Por su parte, Rusia juega sus cartas recordando compromisos previos. El canciller Sergei Lavrov ha sido enfático al señalar que cualquier plan de paz enmendado debe respetar el “espíritu y la letra” de lo acordado entre Vladimir Putin y Donald Trump durante su cumbre de agosto en Alaska.
Esta declaración es una advertencia velada: Moscú no aceptará desviaciones significativas de los entendimientos alcanzados directamente con el líder estadounidense, independientemente de las contrapropuestas europeas. El Kremlin, a través de su portavoz Dmitry Peskov, mantiene una postura de observación, analizando cuidadosamente cada movimiento mediático y diplomático antes de dar su brazo a torcer.
Terror en la Madrugada: La Guerra no da Tregua
Mientras se discuten cláusulas y fronteras en salones con aire acondicionado, la población civil ucraniana sigue pagando el precio de la indecisión. La noche previa a estas declaraciones fue una de las más violentas recientes. Los servicios de emergencia de Ucrania reportaron que el número de muertos en Kiev ascendió a siete tras un ataque masivo.
Rusia lanzó una ofensiva combinada con 22 misiles y 260 drones, dejando además una estela de 13 heridos, incluido un menor de edad. Este contraste sangriento sirve como un recordatorio brutal: la diplomacia avanza, pero los misiles siguen volando, y la paz, aunque parezca inminente en el papel, aún no llega a las calles de Ucrania.
