Trump acusa a Obama de traición en medio de intento de desviar atención del caso Epstein

El mandatario estadounidense, Donald Trump, intensificó este martes sus descalificaciones hacia su antecesor, Barack Obama, señalándolo como cabecilla de una presunta conspiración para restarle legitimidad a su victoria electoral de 2016 y desviar el enfoque mediático del caso Epstein.
En una rueda de prensa en el Despacho Oval, junto al presidente filipino Ferdinand Marcos Jr., Trump denunció que “la cacería de brujas” debería centrarse en cómo capturaron “desprevenido al presidente Obama”, apuntando a documentos supuestamente firmados por el expresidente. Aseguró que estos papeles demuestran que el exmandatario encabezó un consejo criminal que manipuló la narrativa sobre la interferencia rusa.
Trump también justificó su crítica a los medios y el uso de redes sociales como Truth Social, donde incluso compartió un video creado con inteligencia artificial mostrando a Obama siendo arrestado en el Despacho Oval.
La acusación se basa en un informe de la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, quien sostiene que exfuncionarios de la administración Obama ocultaron y manipularon inteligencia para alimentar un supuesto “complot traicionero”. El documento será enviado al Departamento de Justicia para una posible investigación criminal.
Reacciones y contexto
- La oficina de Obama calificó las acusaciones de “grotescas” y señaló que constituyen “un débil intento de distracción”. Subrayaron que todos los hallazgos previos, tanto oficiales como bipartidistas, confirman que Rusia intentó influir en las elecciones, pero no manipuló el conteo de votos.
- Legisladores como Mark Warner y Jim Himes rechazaron las denuncias, calificándolas como “revisionismo peligroso” y advirtiendo que pueden dañar la confianza en la inteligencia estadounidense.
¿Qué hay detrás de esta escalada?
La escalada coincide con nuevas revelaciones en el caso Epstein, incluyendo un posible interrogatorio a Ghislaine Maxwell. Trump, con motivo de esto, busca llevar la atención hacia alegaciones de conspiración política, sugiriendo que Obama y otros demócratas están detrás de “fraudes” en los procesos electorales de 2016 y 2020.