Turismo en jaque: La nueva y estricta política de visados de EE. UU. podría costarle miles de millones de dólares

El Departamento de Estado de EE. UU. ha impuesto una nueva regla que exige entrevistas para todas las visas de no inmigrante, lo que agravará los largos tiempos de espera. La medida, junto a otras tarifas, podría provocar una caída de hasta $29 mil millones de dólares en ingresos por turismo internacional y generar pérdidas de empleos, lo que representa un duro golpe para la economía del país.

El nuevo obstáculo para los viajeros internacionales
“Con vigencia inmediata”, anunció el Departamento de Estado, los solicitantes de visas de no inmigrante deberán programar una entrevista en su embajada o consulado local en Estados Unidos. La nueva regla advierte que a quienes busquen citas fuera de su país de nacionalidad les será más difícil calificar para la visa, y que las tarifas no serán reembolsables. Esto se aplica a visas de corto plazo para turistas, viajeros de negocios, estudiantes y trabajadores temporales, lo que aumenta la fricción para visitar el país.
Tiempos de espera y tarifas que castigan al turismo
Geoff Freeman, director ejecutivo de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, ha señalado que los largos tiempos de espera para las visas restan competitividad al país. A este problema se suma la aprobación del “Big Beautiful Bill”, que introdujo una nueva “tarifa de integridad de visa” de $250 dólares para la mayoría de las visas de no inmigrante, lo que, según estimaciones de la industria, podría costarle a la economía estadounidense $3,600 millones de dólares al año y 15,000 empleos.
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Un revés multimillonario para la economía de EE. UU.
De acuerdo con un estudio del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), EE. UU. es el único país que verá una disminución en el gasto de visitantes internacionales este año, con una caída del 8.2%. Las reservas aéreas internacionales ya se encuentran entre un 10% y un 14% por debajo del año pasado. Esto se traduce en un déficit de hasta $29 mil millones de dólares, lo que subraya la importancia de los turistas extranjeros, quienes gastan en promedio $4,000 por viaje, ocho veces más que los viajeros nacionales.
El impacto en la promoción turística de EE. UU.
En un movimiento que agrava la situación, la Ley de Turismo (Big Beautiful Bill) también redujo drásticamente el presupuesto de Brand USA, la organización de marketing de destinos del país, de $100 millones a $20 millones de dólares. Este recorte presupuestario ya ha provocado despidos, lo que, según la industria, es un grave error, ya que por cada dólar invertido en marketing, Brand USA aporta $25 dólares a la economía de Estados Unidos.