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Venta de pescado sin origen afecta a Yucatán y pone en riesgo pesquerías locales

La falta de trazabilidad en México abre paso a la venta ilegal de productos marinos y deja al mero yucateco en una situación de vulnerabilidad crítica

En México, el 40% del pescado que llega a los mercados, restaurantes y supermercados es de origen desconocido o ilegal. Esta cifra, reconocida por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), revela un problema estructural que afecta la economía, el consumo responsable y la sostenibilidad de las pesquerías nacionales.

En Yucatán, donde la pesca es uno de los pilares productivos más arraigados, este riesgo ya impacta a especies emblemáticas como el mero, advirtió Ana Harumi Hayashi Carrillo, coordinadora de la Unidad de Investigación Aplicada de Causa Natura Center. La especialista explicó que la falta de trazabilidad en la comercialización de productos marinos se ha convertido en un obstáculo para garantizar que lo que llega al plato de las familias mexicanas proviene de pesquerías sanas y legales.

Aunque algunos supermercados han avanzado en el etiquetado de productos enlatados o congelados, la mayor parte del pescado que se consume en el país se vende a granel, en filetes y sin información mínima sobre su procedencia. Esto impide saber de qué región provino, si realmente corresponde a la especie anunciada o si fue capturado conforme a la ley. Esta falta de datos facilita la circulación de productos ilegales o provenientes de pesquerías en estado crítico.

Yucatán es una potencia pesquera y el mero ha sido históricamente una de sus especies más representativas. Sin embargo, hoy enfrenta un escenario alarmante. Pescadores de la costa reportan que cada vez es más difícil encontrarlo, lo que evidencia la presión que enfrenta la pesquería.

La ausencia de controles y sistemas de trazabilidad agrava la situación, pues permite que pescado capturado durante la veda o fuera de la normatividad llegue al mercado sin que el consumidor pueda detectarlo. Esto debilita los esfuerzos de conservación y aumenta la vulnerabilidad de la especie.
Según Ana Hayashi, garantizar que el mero provenga de capturas legales, verificables y documentadas es indispensable para evitar que la especie entre en una fase crítica.

Al mismo tiempo, tanto productores como consumidores deben comenzar a transitar hacia especies alternativas con mayor abundancia. El comercio organizado tiene una oportunidad importante para mejorar este panorama mediante la implementación de sistemas de trazabilidad que permitan conocer el recorrido completo del producto marino desde su captura hasta su llegada al anaquel.

Etiquetas con información verificable, comunicación clara sobre las especies, impulso a productos certificados y auditorías periódicas ayudarían a frenar la compra de mercancía ilegal.

Al transparentar la información, los supermercados no solo contribuyen a frenar la venta de pescado ilegal, sino que fortalecen la pesca responsable y ayudan a proteger especies en riesgo como el mero yucateco.

La falta de trazabilidad ya tiene efectos visibles en Yucatán, donde la sobreexplotación del mero muestra que la crisis no es futura, sino presente. Aunque el problema involucra a autoridades, pescadores y comercios, también depende del consumidor, que suele adquirir filetes sin preguntar por su origen.

Sin controles claros, la pesquería del mero podría entrar en una vulnerabilidad aún mayor, afectando directamente a las comunidades que dependen del mar. Combatir la venta de pescado sin origen no solo es un tema de legalidad, sino una acción urgente para proteger el patrimonio ambiental y económico de Yucatán.

Daniel Santiago

Licenciado en Periodismo y Ciencias de la Comunicación, cuenta con tres años de experiencia trabajando en medios locales. Trabaja en temas educativos,culturales y sociales.

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