Abuelita María termina su primaria a los 90 años

En su natal Ticul, doña María Dorantes Contreras estudió hasta cuarto año, pero siempre mantuvo el gusto por estudiar y aprender, por lo que decidió cumplir un anhelo de toda la vida: terminar la educación primaria a sus 93 años.
No le fue difícil, según expuso en entrevista con El Momento Yucatán, porque siempre ha sido aplicada, disciplinada, todos los días escribe en su diario.
Presentó el instrumento para aprobar primaria y es una de las historias de aquellas personas que han aprobado su educación básica a través de la Estrategia de Atención al Rezago Educativo de la Secretaría de Educación estatal.
Ataviada con un terno blanco con flores azules y con toda la actitud positiva, doña María accedió a dar la entrevista y con toda amabilidad, al igual que su familia. Cabe destacar que tiene 10 hijos, 28 nietos y 13 bisnietos.
“Sólo me gusta la lectura, me gusta todo, porque estuve en la escuela un tiempo, pero no lo terminé y, entonces, todo lo que es en mi mente me gusta tener todo, pensar en cosas. Cuando yo estudié me encantaba, pero antes en Mérida sólo había sexto año y yo llegué en cuarto año y no quise seguir porque aquí en Mérida sólo hay sexto”, expuso.
Aseguró que presentar y aprobar el instrumento para concluir la primaria no se le hizo difícil.
“No se me hizo difícil, rápidamente viene tal cosa, me imagino y como que lo estoy viendo. Yo era una niña muy aplicada en la escuela, me gustaba hacer de todo lo que dice la maestra, porque me gustó estudiar”, apuntó
“A mí todas las materias me gustaban, me gusta la historia, ciencias naturales, de todo, me gusta saber de todo y es lo que hice en la escuela”, señaló.
Destacó que todos sus hijos tienen su carrera, como ella les dijo, “todos a la escuela, hasta que terminen con su profesión y ya pueden trabajar”.
De hecho, comentó que vivían en Ticul, pero sus hijos ya estaban grandes y necesitaban estudiar y se mudó a Mérida, porque estaba el Tecnológico de Mérida y ahí podían estudiar. Ahora ya lleva más de 40 años en la capital del estado.
Al preguntarle si se siente orgullos de haber aprobado la primaria, expuso serena: “Yo me siento normal, una persona normal, no me siento más ni me siento menos, todo como debo de ser así soy”, enfatizó.
Su hijo Herbert Arias Dorantes expuso que su mamá siempre tuvo el sueño de acabar la primaria, porque por cuestiones diversas y antes era muy difícil estudiar para las mujeres, no pudo terminar.
“Ella nos comentaba que a ella le gustaría haber seguido estudiando, pero desgraciadamente, en sus tiempos era muy difícil para la mujer y escuché que había un programa de educación para adultos mayores y así me acerqué al CEBA (Centro de Educación Básica para Adultos) para ayudarla a cumplir su sueño”, mencionó.
APOYO Y ORIENTACIÓN
De esta forma, acudió a los Centros de Educación Básica para Adultos (CEBA) en donde recibió el apoyo y la orientación que requería para realizar el proceso y con la maestra Adriana Carrillo Blanco, emprendieron la labor de preparar a doña Mary para presentar el examen.
La maestra destacó que la señora es sumamente inteligente y sin mayor problema pudo aprobar. Lo que se hizo fue preparar un instrumento que estuviera ajustado a las particularidades y vivencias de doña Mary, por ejemplo, con ejercicios de matemáticas relacionados con la costura.
Y es que, como parte de los pasajes de su vida, doña Mary narró que ella aprendió a costurar, más tarde a bordar ternos, todo de ver, nadie le enseñó y es algo que le encanta, como también su gusto por la música de piano y escribir todos los días, sin excepción, en su diario.
“Diariamente cuando amanezca tengo mi libreta, salgo para que me dé un poco de aire y diario escribo mi vida. Diariamente escribo lo que hice, como fueron mis hijos conmigo, todo guardado en mis libretas. Es lo que hago, no dejé de escribir hasta la fecha, tengo que pensar, escribir y anotar lo que me pasó me está pasando, así es mi vida diaria”, mencionó.
Su hija Martha Arias Dorantes, destacó la perseverancia y disciplina de su mamá, que siempre ha sido tenaz en todo lo que hace. Así, ahora dio un nuevo ejemplo al terminar su primaria a los 93 años de edad.
“Es tan luchona, tan disciplinada, y eso es lo que nos ha enseñado. Tenemos esa nueva educación de nuestros padres”, resaltó.
Doña Mary les envió un mensaje muy claro a los jóvenes para que se dedican al estudio, para que un día todo ello les sirva y aprovechen el tiempo, no lo malgasten, porque en ello no ganarán nada.
La familia no descarta que doña Mary siga sus estudios y que, incluso, puede aprobar la secundaria con la preparación debida y tal vez algo más.
En la entrevista estuvieron presentes también su hijo Pedro Arias Dorantes y su esposa Mirna Santos Aguilar, así como su nieta Camila Arias Arceo.







