Cristal y crack, las drogas más consumidas en Yucatán

Durante los meses de enero a marzo, el Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Yucatán brindó atención a aproximadamente 150 personas por adicción a diferentes sustancias, siendo el cristal la principal, seguido por la marihuana o cannabis, el alcohol y el tabaco.
En este periodo, se registraron 68 hombres y 78 mujeres que acudieron a las sedes del CIJ en el Centro Histórico de Mérida y del Anillo Periférico (Dzununcán) en busca de apoyo psicológico en materia de adicciones.
Modesta Rivero Cruz, Psicóloga y encargada de la dirección del CIJ Yucatán, explicó que además de las sustancias mencionadas, también se atendieron casos relacionados con el consumo de crack (derivado de la cocaína), cocaína en polvo, benzodiacepinas, así como cuadros de depresión y ansiedad.
La terapeuta con cerca de 30 años de experiencia en tratamiento y prevención de las adicciones remarcó que en los últimos años se ha visto un incremento notorio en el consumo de cristal y anfetaminas. Hasta ahora no se tiene documentado ningún caso de adicción al fentanilo en la entidad.
Rivero Cruz dijo que como parte del trabajo de prevención de CIJ sensibiliza, promueve y desarrolla habilidades entre los estudiantes de educación primaria, secundaria y preparatoria, que son la población vulnerable ante las adicciones.
“Nuestro servicio también se da a nivel preescolar, con los padres de familia para promover el desarrollo de habilidades que puedan proveerlos de factores protectores para que poder prevenir las adicciones, sobre todo que tomen conciencia del daño que provoca el consumo de las sustancias, que desarrollen pensamientos críticos para tomar decisiones correctas cuando están en edad vulnerable como es la adolescencia. También llevamos a cabo talleres, ferias de la salud mental que incluye la prevención de depresión, ansiedad, autolesiones y suicidio”, expuso.
La encargada de la dirección de CIJ Yucatán dijo que en el caso de las personas que requieren tratamiento por adicciones, este se aborda de manera multidisciplinaria, desde la fase de inicio que es cuando se realiza el diagnóstico por el equipo médico-técnico.
“Se evalúa el motivo de la consulta, el patrón de consumo, si la persona ha desarrollado dependencia a la sustancia, si es leve, moderada o grave y después inicia el proceso terapéutico que es una intervención en consulta externa que puede ser breve (3 meses) o requiere que se le refiera a alguna unidad de internamiento”, comentó.