Pese a los cierres de cárceles municipales es bajo el número de mujeres en el Centro de Reinserción Social de la ciudad capital.
Con una población actual de mil 500 reclusos, el director del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida, Francisco Javier Brito Herrera, reveló que la implementación del actual sistema de justicia penal redujo en casi 50 por ciento el número de reos en la geografía estatal, en comparación a los 2 mil 600 contabilizados en el antiguo régimen judicial.
Resaltó que los programas de educación, deporte y trabajo son fundamentales para la reinserción social de los internos.
“Aquí no sólo se fabrican hamacas, los reclusos tienen la oportunidad de aprender diversos oficios como carpintería, mecánica, refrigeración y electricidad”, precisó el funcionario.
Agregó que estos programas buscan proporcionar a los reclusos habilidades que les permitan mantenerse económicamente de manera honrada una vez que recobren su libertad.
Precisó que pese a los cierres de cárceles de mujeres en los municipios, son muy pocas las que han llegado al Cereso, sin embargo, las 35 que se encuentran en las instalaciones, permanecen en buenas condiciones.
“Son de Tekax, Valladolid, Mérida y otros municipios. También hay de Venezuela, Colombia y otros estados del país”, comentó Brito Herrera, al evitar confirmar que existan migrantes recluidas, contestando simplemente que “entran y salen”.
Añadió que los principales delitos cometidos por la población femenil son: homicidio, tráfico de personas, drogas y robo, que permanecen en el Cereso de Mérida en espera de sus sentencias, pero una vez que las condenan son trasladadas al penal femenil.
Brito Herrera, quien lleva más de 20 años al frente del penal estatal, indicó que no tiene información oficial sobre su permanencia en el cargo en la administración que encabezará el gobernador electo, Joaquín Díaz Mena.
Sin embargo, destacó que la clave para obtener resultados positivos es “el trabajo y más trabajo”.
